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Aquel que se enfrente a seres oscuros... tenga mucho cuidado de no convertirse en uno...
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El ruido del alto parlante había llegado a oído de todos los cadetes, los cuales estaban decidiendo si debían de hacer caso omiso a la instrucción dada o si debían de tratar de proteger a los reclutas que estaban aún en el laberinto haciendo su prueba de iniciación. Pero había cierto chico de cabello rojo que estaba en lo que parecía ser una cama, acostado mirando hacia el techo de su cuarto, parecía no haberse inmutado en lo más mínimo por el anuncio que había sido mencionado hace poco, -“Rayos… por que tanto alboroto… no ve que hay gente que trata de dormir??!!”-, decía aquel chico un tanto molesto mientras quitaba unos extraños aparatos de sus orejas, parecían emitir un ruido parecido a música de un violín, razón por la cual no había escuchado el anuncio de hace unos momentos. Al asomarse por la puerta de su cuarto pudo notar que la mayoría de los cadetes y soldados de najo rango como el corrían un tanto asustados y desesperados. -“Oye tu… que es lo que pasa?”-, el chico pregunto al frenar y levantar a uno de los soldados de clase baja para que dejara de correr, “Están atacando… un ser sombra entro a las instalaciones y está destrozando la parte del laberinto!!”, decía el chico tratando de zafarse del agarre del muchacho de cabello rojo.
-“No… no creo… si eso fuera verdad… sonaría esa horrible alarma de…”-, la alarma empezó a sonar antes de que el chico terminara su frase, señal de que el ataque era verdad, -“Bueno…creo que lo mejor será salir de aquí antes de que suceda un alboroto más grande”-, decía el chico de cabello rojo soltando al otro mientras caminaba de regreso a su cuarto. “Momento… acaso no te quedaras a distraer a la creatura?”, decía el chico que acomodaba su ropa, -“No… no es mi misión… no es mi blanco y sobre todo… no es mi responsabilidad”-, decía el chico de cabello rojo mientras entraba a su cuarto a abrir lo que parecía ser una mochila de viaje y empezaba a meter ciertas cosas de su habitación en ella. “Debía de suponerlo… eres un simple cobarde…”, el chico quedo callado cuando una pluma se enterró con mucha fuerza a un lado de el en el marco de la entrada del cuarto, -“La próxima vez no será una pluma... y la próxima vez no fallare tampoco… así que si no mal recuerdo… yo no te invite a pasar a mi habitación”-, el chico de cabello rojo decía mientras el otro sujeto se retiraba del lugar para dejarlo empacar tranquilamente sus cosas, era enserio que no pensaba ayudar a aquellos que estaban en su prueba de iniciación?...
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Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti...
Suad Sparda · Fri Jul 24, 2015 @ 05:06pm · 0 Comments |