La alopecia se puede clasificar en diferentes grupos, por origen o sus manifestaciones; sin embargo la alopecia más usual es la androgénica, llamada también como ‘alopecia androgénetica’, es ésta la responsable del 95 por cien de los casos.
En una persona que no padece de alopecia, hay aproximadamente 100 mil y ciento cincuenta mil cabellos, de los cuales el ochenta y cinco por ciento está en la fase de desarrollo, otro 2 por cien o 3 por cien están en la fase de reposo y los últimos 12 por cien o trece por ciento se hallan en fase de caída.
Debido a que las enfermedades que producen las alopecias son múltiples, dentro de la dermatología, es importante establecer una clasificación de ellas para que se pueda facilitar un diagnóstico y tratamiento. Es por ello que se hallan divididas en 2 conjuntos:
Alopecias cicatriciales: que tiene una destrucción del folículo piloso por traumatismo, infecciones o inflamaciones, siendo así que la pérdida del cabello es irreversible.
Alopecias no cicatriciales: el cabello es perdido pero el folículo piloso se sostiene intacto es por ello que es posible la recuperación con algunos tratamientos.
Existe otra forma también de clasificar a la alopecia en base a su extensión, siendo así que la afección en concreto se le llama ‘alopecia limitada’, y la otra afección que es más general se llama ‘alopecia difusa’. Asimismo también pueden dividirse por alopecias congénitas, la cual se debe a algún trastorno presente desde el nacimiento y se adquiere cuando desarrolla la vida adulta. Otro factor de clasificación es por la causa, como las hereditarias, el origen de infecciosos, por enfermedades generales, las causas tráumales, por dermatosis o bien tumorales.
Por otro lado existen varios índices que anuncian la caída del cabello, como la grasa en el cuero cabelludo, la caspa, los picores o hasta el debilitamiento del cabello. Estos problemas pueden ser motivados por tener malos hábitos para el pelo como una mala alimentación, estrés, anemia, el exceso de tientes o lacas, etc.
La alopecia en las mujeres
La alopecia en las mujeres ha aumentado en los últimos 10 años, de forma progresiva. Esto se debe a los diferentes factores internos como los desequilibrios hormonales, la menopausia o bien los embarazos; también a los factores externos como el estrés o una deficiente alimentación.
Al contrario de los hombres, la pérdida de cabello en las mujeres es apreciada por una caída de densidad importante en la parte superior de la cabeza, además de la parte frontal. Es por ello que se ve claramente en el cuero cabelludo pero sin llega a la calvicie completa.
Para las mujeres esto es alarmante, en especial por las consecuencias estéticas las cuales conlleva que tengan repercusiones psicológicas. Sin embargo, se debe de tratar con naturalidad pero procurando siempre y en toda circunstancia asistir a un especialista o dermatólogo.
