LA POSADA DE LA LUNA (ROL MEDIEVAL)

[Javiertus]

BIENVENIDOS SEÁIS, NOBLES DAMAS Y CABALLEROS DE OTRAS TIERRAS.
LA POSADA DE LA LUNA OS RECIBE CALUROSAMENTE, PERO ¡CUIDADO!
OTROS HAN VENIDO ANTES, Y MUCHOS VENDRÁN LUEGO, PERO SÓLO YO,
SIR GODOFREDO DE MORIZ DE MORFED, CONDE DE ANMUNMIRAI, JAFÉZ Y
APPAPANCOUR, SOY EL ETERNO GUARDIÁN DE ESTOS RECINTOS.
ENTRAD PUES, MÁS SABED QUE LADRONES, BORRACHOS Y LACRAS
SERÁN EXPULSADOS SIN NINGUNA MISERICORDIA.

Sir Godofredo (Propietario)

La Posada de la Luna es un juego de rol sin principio ni fin. Toda la historia es contada por sus huéspedes y propietario, en un contexto medieval. El edificio de la posada está ubicado al lado de un camino poco transitado en un bosque de frontera entre dos reinos enemigos: Lahár y Vesper, pero el bosque en sí es territorio neutral.

Lahar, al norte, está governado por Krell Samát, el Rey Hechicero, y ocho lugartenientes que le ayudan en su tiránico régimen. El país está dominado por montañas y tierras áridas, producto del uso indiscriminado de la magia. Monstruos de toda clase rondan por doquier, pues el ejército dedica más tiempo a luchar contra Vesper que a combatir los males internos.

Vesper, en el sur, es un país dominado por las llanuras y bosques, con un gran puerto en su río principal, con salida al océano. Su gobernante, el rey Stanislav III, fue anteriormente el Paladín del reino, antes de que el anterior rey muriera sin dejar descendencia. El pueblo le eligió a él para protegerle de sus enemigos laharianos, y por veinte años lo ha conseguido, manteniendo a raya a los monstruos que otrora pululaban en aquellas tierras.

El Bosque de la Luna, donde se ubica la posada, es un lugar encantado que no ha podido ser reclamado por ninguno de los reinos debido a que los propios habitantes --seres mágicos que no responden más que a su propia voluntad-- han detenido eficazmente toda invasión. Sin embargo, hay alguien a quien todos respetan en el bosque: Sir Godofredo --o Sir Geoffrey, como le llaman otros--, el propietario de la Posada de la Luna. Sir Godofredo solía ser el Conde de Anmunmirai, un pequeño condado al norte del bosque, hasta que los ejércitos de Lahár invadieron. Desde entonces vive aquí, exiliado, en espera de algún día llevar libertad a su pueblo.

REGLAS

Este es un rol hablado, con fines a convertirse en una historia colectiva.
Cada jugador puede contar sólamente la historia de su propio personaje, además de interactuar con otros jugadores.
Se prohíbe matar personajes, excepto cuando el otro personaje esté de acuerdo.
Aquí se puede ser lo que uno quiera, siempre que sea en un contexto medieval fantástico.
Se prohíbe "jugar a ser dioses".
Si se va a usar a los personajes fuera de la posada, indicar en cada mensaje en qué lugar se encuentran (Lahár, Vesper, Bosque...).
Divertirse!  

[Javiertus]

PERSONAJES:
A continuación la lista de personajes no-jugadores (controlados por el GM, o sea, yo).



Stanislav III, rey de Vésper. Es un humano de unos sesenta años, cabello blanco y ojos negros. Siempre lleva armadura y espada, ambos con el sello real. Es un podersoso paladín y muy hábil en combate. No sabe magia.



Krell Samát, rey hechicero de Láhar. Es un humano de unos 120 años aproximadamente, que ha usado magia negra para prolongar su vida de forma antinatural. Siempre viste una túnica verde oscuro con el sello del reino y porta su báculo de poder. Ningún mago le supera.



Adila de Valakia, trovadora. Es una media elfa pelirroja de mediana edad, y gracias a sus muchos viajes por el mundo y sus frecuentes visitas al bosque, es la principal fuente de noticias de la Posada.



Dahlia, jefa de mucamas y camareras. Es una dama elfa que, según opinan todos los que no la conocen, "no debería estar aquí". Y es que ¿qué hace una elfa trabajando en un lugar así?  

[Javiertus]

Y LA HISTORIA DA COMIENZO...


Sir Godofredo se levantó esa mañana con un presentimiento que no le dejó en paz ni cuando se bañaba en la tina silvando el himno de su tierra natal, ni cuando intentaba desayunar su habitual plato de avena antes de salir a atender a los huéspedes.

Los presentimientos del viejo eran como los achaques de huesos que algunos veteranos sufrían justo antes de que viniera una tormenta: nunca fallaban, y siempre eran presagio de alguna desgracia inminente. Aún así, los años le habían enseñado a no entrar en pánico ante estas advertencias del destino, sino más bien a esperar pacientemente al natural progreso de los eventos.

Nadie notó nada raro en aquél hombre cuando salió de su aposento privado para atender, siempre con una sonrrisa, a sus inusualmente numerosos clientes, ni cuando --pasado el medio día-- envió un halcón mensajero en dirección de poniente. En la tarde se la pasó dando instrucciones a sus empleados, advirtióles que estuviesen atentos a cualquier conversación o persona sospechosa, y finalmente se retiró a su sala de estar privada para consultar las Runas, que no hicieron más que darle mensajes confusos hacerca de algún "forastero con dos caras" y una "decisión apresurada y equívoca".

El único problema con tal clase de predicciones era que en su caso, o mejor dicho, de la posada, la gran mayoría de personas eran siempre forasteros, y por lo general, el que anda viajando de un lado a otro en medio de territorios enemigos solía ser alguien que precisamente había tomado una decisión apresurada y equívoca. "Bueno, creo que como siempre, tendré que esperar a ver qué sucede. Espero que Adila pueda contarme algo más."

 

[LennaSuace]

En otra parte del mundo - en Lahar, para ser específicos - Lenn despierta lista para iniciar su aventura. Lenn es un ser desconocido en muchos aspectos: aunque parece humana, no lo es; de ella sólo se sabe que ha vivido en una de las tristes montañas de Lahar, absorbiendo restos de la magia utilizada en esa tierra.

Por eso ya no es humana... los atemorizados habitantes de Lahar la consideran un monstruo más, pero eso es algo que ella no concibe.

Tras lavarse y vestirse, decidió poner en marcha su plan: emigrar a otra tierra donde pueda iniciar una vida nueva. Lejos de la soledad a la que la han confinado los seres humanos.  

[Javiertus]

((Bienvenida, Lady Lenna, a este mi humilde thread, y os invito cordialmente a traer a vuestros conocidos, que entre más seamos, mejor!))  

[LennaSuace]

Javiertus

((Bienvenida, Lady Lenna, a este mi humilde thread, y os invito cordialmente a traer a vuestros conocidos, que entre más seamos, mejor!))

((Sois el primero que me da tratamiento humano, y os lo agradezco. Soy de la opinión que, manteniendo este espacio vivo, es que veremos más seres aquí. Por de pronto, espero regalarme en este pueblo.))  

[Javiertus]

((Humano hasta que se demuestre lo contrario, ése es mi lema. blaugh ))

Pasada la hora del té y terminada la mayoría de sus quehaceres, Sir Godofredo salió a la terraza a recibir un poco de sol. Fue entonces que notó la conmoción en que todo el bosque se encontraba, y por el aspecto del cielo septentrional supo que algún poder oscuro se despertaba en Láhar nuevamente. "¿Será posible que el viejo hechicero esté preparándo un nuevo ataque?" comenzó a refunfuñar, pero su atención debió dirigirse de inmediato hacia el ser que, silenciosamente, se había acercado a él desde la izquierda.  

[LennaSuace]

El salir de Lahar era la más grande ambición de Lenn. Mas al momento de salir de su refugio una duda la detuvo: ¿a dónde ir?

Vesper no podía ser, pues ahí la reconocerían como un monstruo... y pensándolo bien, era posible que en el Bosque de la Luna también... y con mayor probabilidad, pues ese bosque era encantado y se distinguía la fuerza y origen de la magia.

Sentóse por un momento a la entrada del refugio, tratando de no desanimarse. ¿Es que estaba condenada a vivir en esa horrible montaña de Lahar?  

[LennaSuace]

Una rabia inaudita se apoderó de Lenn, ¡iría al Bosque a toda costa! Tomada la decisión la tomó por sorpresa un súbito cambio de paisaje: se encontraba en un bosque, jamás visto antes. ¿Qué había pasado? ¿Dónde estaba su refugio?

Caminó un rato y se aproximó a lo que parecía ser una posada. A la entrada estaba un anciano con expresión pensativa. Se detuvo a observarle, se cubrió bien el cuello y se dirigió hacia él.  

[LennaSuace]

Una vez lo suficientemente cerca del anciano, se detuvo y saludó:

"Anciano, buen día. ¿Quisiérais decirme en qué lugar me encuentro?"  

[Javiertus]

Sir Godofredo se levantó de súbito ante la presencia de aquella persona. Momentos después recuperó la compostura al ver que se trataba tan sólo de una jóven. "Ah, buen día estimada viajera, y le pido disculpas por mi reacción. No esperaba que nadie pudiera escalar con tanta facilidad el balcón de la terraza. Y para responder a vuestra pregunta, esta es la Posada de la Luna, y este vuestro servidor es Sir Godofredo de Anmunmirai, su propietario. ¿De qué manera os puedo asistir?"

Mientras tanto, en algún lugar de las montañas laharianas...

Tres personas se movían rápidamente en medio de las salientes rocosas y los cantos rodados al fondo del precipicio. Detrás de ellas, una veintena de orcos daban persecusión, intentando alcanzarles con saetas y dardos. Al verse atrapadas, las tres figuras desenvainaron rápidamente sus sables y se colocaron en posición defensiva, aprovechando un pequeño promontorio a la orilla del precipicio. Una de ellas --mujer, a juzgar por las vestiduras-- comenzaba a entonar un curioso cántico, y de inmediato un brillo celeste envolvió a los perseguidos: momentos después la batalla daba comienzo.  

[LennaSuace]

¡La Posada de Luna!, pensó Lenn, ¿Cómo pude llegar tan pronto? Debe ser la magia que hay en mí. Sólo espero que este anciano Sir Godofredo no lo perciba.

"Verá, mi buen señor, he venido de muy lejos con la intención de quedarme en el Bosque de la Luna. ¿Conocéis por casualidad un lugar donde una joven pueda permanecer?"

Una leve ráfaga de viento le desarregla la bufanda que se había acomodado al cuello, dejando a la vista un matiz extraño en su piel. Rápido, Lenn se vuelve a arreglar la prenda.  

[LennaSuace]

La preocupación de Lenn por mantener su cuello oculto es que ahí donde se advierte su procedencia. Los habitantes humanizados de las montañas de Lahar - por estar expuestos a la magia - sufren una coloración característica en el cuello. Se dice que ahí es donde se centra su poder, una vez han acumulado suficiente magia.

También se dice que esos habitantes humanizados, tarde o temprano se transformarán en monstruos, como los muchos que vagan aterrorizando a los pobladores, y se tornarán en crueles bestias. Lenn tiene fe en que puede escapar de ese sino alejándose de esas montañas. Y por eso, es que se encuentra en El Bosque de la Luna.  

[Javiertus]

"¡Oh! Ya veo, pues entonces el destino os ha favorecido, pues esta es una posada y aunque hay gran cantidad de huéspedes estos días, estoy seguro que podré hallaros algún desván acogedor en dónde acomodaros a vos y vuestro.... bueno, no veo que traigáis equipaje, pero eso no es problema. Muchos viajeros prefieren andar ligero."

Sir Godofredo era ya un anciano, y su conocimiento de las artes mágicas le había salvado en numerosas ocasiones de la muerte, sin mencionar los encuentros que con frecuencia tenía con las criaturas del bosque. Y aunque notó claramente las manchas en el cuello de la joven hizo un buen trabajo disimulando. Lo único es que la persona que tenía al frente no parecía traer dinero para costear su estadía. Debe ser otra refugiada de Lahar, pensó con tristeza, recordando su propia experiencia y exilio. Bueno, igual, con tanto trabajo seguro podría hallarle algo que hacer...