Welcome to Gaia! ::

(Ya estoy fuera)

Llevaba un rato corriendo.

- Pensaba que los habia perdido- dijo la chica al ver a los dos demonios siguiendola, sin vacilar congelo a los demonios y siguio su camino. Al rato llego a una cafeteria y entro.

Dentro entre otras personas pudo distinguir a Naki.

- Anda, el tambien esta aqui.

Una mujer desconocida en ese lugar abrió la puerta del Winter Café y se quedó en el dintel examinando el interior con ojos entrecerrados. Paseó su mirada por algunos comensales y dió un último vistazo a la nieve del exterior sin entender el fenómeno que veía.

Negó levemente con la cabeza y entró, cerrando tras de sí la puerta.

Caminó sin fijarse más en los comensales y se sentó en la barra, tomando el menú y viendo con sorpresa que el idioma de ese lugar si podía leerlo.

Vaya... un punto a favor. No tendré que comer algo extraño asado con salsas nauseabundas.

Sus ojos revisaron primero los platillos y luego los precios. Soltó un breve suspiro de molestia y cerró la carta, en espera de que llegara alguien para tomar la orden. Mientras esperaba, apoyó los codos en la mesa, recargando su cabeza sobre sus manos entrelazadas y miró con aburrimiento a su alrededor, estudiando el entorno.

La mujer comenzó a impacientarse y volvió a abrir la carta con irritación.

Apenas escuchó una voz baja y temerosa que le pedía su orden le respondió con enojo, sin siquiera molestarse por ver a su interlocutor.

Quiero la barbacoa con ensalada mixta, una cerveza clara y una cerveza oscura, seis limones y sal y el mousse de fresa con chocolate.

Cerró el menú y volvió a apoyar su cabeza en sus manos, pero esta vez cerrando los ojos, y sin molestarse en observar el entorno. El lugar le parecía acogedor y diseñado para familias, así que no estaba demasiado alerta.

Había notado en alguna de las mesas a dos hombres platicando con una niña, lo cual le daba la certeza de que no ocurriría nada en ese lugar. No se molestó en mostrar sus espadas como amenaza tampoco.

Escuchó como ponían los platos frente a ella apresuradamente.

De una vez, quiero que me preparen una habitación y me traigan la llave.

Cuando abrió los ojos ya no estaba quien le había servido, pero todo lo que había ordenado estaba frente a ella.

Sonrió de forma genuina, pero breve, antes de comenzar a comer con calma, disfrutando el descanso que le brindaba la comida durante esos momentos. Comió sin apresurarse por suficiente tiempo como para que le diera sueño, por lo que terminó de un golpe con lo que quedaba de su segunda cerveza y se levantó, fijándose en una nota a su lado con el número de la habitación y la llave de la misma.

¿A que hora me trajeron esto?

Tomó la nota y la llave y dejó descuidadamente el pago de la cena y la habitación al lado de los platos sucios y subió por las escaleras para pasar la noche.

En la mañana ya vería en que lugar se encontraba y si había algo interesante que hacer.

La chica se acerco al grupo algo nerviosa al ver como era uno de ellos.

- Bueno Light, tu calmate, es posible que solo sea un chulito del tres al cuarto- la chica siguio andando, pero no se dio cuenta de una camarera que se acercaba y se golpeo contra ella haciendo que la comida volase unos metros y cayese encima de todo el grupo.

- eek

Habiendo escuchado el golpe y los platos alzando el vuelo, Naki alzó una mano con la rapidez de un relámpago y en ese instante la comida y platos quedaron suspendidos en el aire. Dejando su silla al ver que la niña está hablando con su nieto el lobo y Kainex está ocupado comiendo, se afana en alzar cada plato para recoger la comida que quedó en el aire. Puso luego todo como estaba sobre la charola, le dio una palmadita al elfo para que siguiera su camino, y miró con ojos agudos a la responsable.

"Los empleados aquí son apenas la mitad de tu estatura", dijo con voz firme y neutra. "Anda con cuidado". Y sin más volvió a sentarse.

"Probablemente lo seas. Depende de tu definición de persona". Como la niña se encontraba a distancia, Naki decidió no tomar una postura demasiado defensiva; pero parecía querer taladrar a la recién llegada con los ojos, cual si buscara mirar en el fondo de su mente y corazón. Miró de reojo a Kainex y de nuevo a la chica. Tenía la vaga impresión de que ella buscaba sentarse en la mesa de ellos, y esperaba estar equivocado. Pues se trataba de una reunión de familia y no quería involucrar a gente apenas conocida.

Mientras decidía que hacer, volvió a enfocar su mirada en la niña y el lobo, observándolos con tranquila atención.

Kai se mantuvo pensativo en la mesa, escuchando apenas las conversaciones que se daban en el lugar, el azucar o las comidas dulces lo mantenian tranquilo y le aclaraban la cabeza permitiendole tomar mejores decisiones.

*cae rompiendo el techo , cayendo sobre la barra y quedandose dormido ahi* zzzzZZZZZZZZZzzzzzzzzzzzzzzz