Era un sábado como cualquier otro, acababa de llegar la primavera. Me levante tarde, no tenía absolutamente nada que hacer, sólo un encargo que postergaba y postergaba pues es la tarea que más odio hacer: Alzar mi cuarto. Me fume un par de calcetines que llevaban sucios un par de semanas y después de divagar un rato y filosofar sobre la existencia del aguacate sin hueso (sin poder llegar a ninguna conclusión), decidí que era tiempo de ponerme en marcha, así que me armé de valor y entré a la selva de ropa, zapatos, osos de peluche y otros miles de artilugios que se encontraban ubicados específicamente en mi cuarto. Tomé un lápiz y lo puse en su lugar obvio; la lapicera, sin saber que eso desencadenaría una serie de eventos increíbles; Inmediatamente después de dejar el lápiz, una extraña luz empezó a resplandecer en una esquina de mi cuarto, y Mr Snuggles, mi pequeño hámster blanco, me dijo (si, así es, me dijo), que había encontrado un poltergeist que se encontraba oculto desde hace siglos, ubicado exactamente en dónde se cruzan el horizonte de mis pensamientos sin sentido y la imaginación de Chuck Norris, mejor conocido como "Triángulo de las Barbudas". Me explicó también que en ese lugar es dónde van a parar los calcetines que se pierden en las secadoras, las llaves, Elvis y Jim Morrison, y que eso era lo que le había dado la habilidad de hablar.
Ya sabía yo que no era normal que un hámster hablara...
Me dijo que para cerrar el poltergeist lo único que debía hacer era mover el lápiz fuera de la lapicera, pero que si movía algún otro elemento de mi cuarto, sería imposible abrir de nuevo el portal. Me encontraba en un gran dilema; enfrentarme a un gran regaño por parte de mi madre al no alzar el cuarto, dejando así una puerta abierta entre una dimensión desconocidamente genial y nuestro mundo, ó cerrarla por siempre evitando ser regañada...
Mientras resolvía mi dilema, una extraña entidad cruzó por el portal; era un gran caballo negro, de crín blanca, ojos violetas, un piercing en la ceja, una A de anarquia tatuada con rojo en el costado derecho y una cola el estilo punk; de todos colores (xD). Mr Snuggles analizó al animal y me dijo (Mr Snuggles, desde que se abrió el portal, funciona como una especie de Computadora-Nerd-Sabelotodo), que al parecer venía huyendo de Cruela DeVil, quién lo perseguía porque quería su cola punk para implantarsela en las axilas, pues estaba de moda en Europa de nuevo las mujeres con pelo en las axilas (y algunas en pecho...). No podía permitirlo, así que dejé que el animal se quedara en mi cuarto y moví el lápiz de su lugar para cerrar el portal un rato. Como no tenía nombre decidí ponerle "Ponzifolio" (Sólo se me ocurrió...).
Al día siguiente tenía un viaje escolar a "La capital del mundo", así que le pedí al animal que me acompañara y aceptó gustoso.
Ya a medio camino, habíamos recorrido bastantes kilómetros, pero Ponzifolio estaba muy cansado y no podía continuar, y debido a los efectos del insoportable calor (y supongo que también el peyote tuvo algo que ver...) Ponzifolio se dirigió a sentarse en lo que le pareció un cómodo sillón, que no ere nada mas que un grandísimo nopal, el resultado fue todo el trasero pinchado y una llanta ponchada! (Si, olvidé mencionarlo... Ponzifolio tiene llantas que salen debajo de sus pezuñas.). Para colmo, el caballo no pudo aguantar tampoco la sed y arranco de una mordida del nopal una tuna espinosamente fuera de lo normal, que le tiro uno de sus dientes de oro que le había regalado P. Diddy antes de hacerse el cambió de sexo que lo convirtió en lo que ahora conocemos como Oprah.
Ahí estábamos en medio de la nada, con una llanta ponchada, mucha sed, y el hocico del caballo sangrando, cuando en una nubesita morada aparece para salvarnos... Buda! Ok no, lo siento, solo bromeaba Buda, paz...! Aparece Mr Snuggles! Con un sombrero negro de copa, muy estúpido por cierto... En fin, movió su colita un par de veces y dijo: "HarryPutter-Mortem!" y apareció un trineo rojo jalado por un reno ebrio y un aprendíz de mago gay como conductor. Nos dijo que subieramos y cautelosamente Ponzifolio se sentó lo más lejos que pudo, pues la varita del mago se veía peligrosa y le habían advertido que el tal Putter había sido encontrado con las manos en la masa... o mejor dicho, en el caballo...
Nos trasladó hacía "La capital del mundo", en dónde encontramos especímenes extremadamente raros y aún sin clasificar, como el hermano perdido del changoleón, la naríz de Michael Jackson y la inteligencia que huyó de Bush, pero al encontrarnos con un panorama tan desesperanzador decidimos regresar.
Ya en casa Mr Snuggles desapareció hábilmente el trineo en un excusado gigante que salió del portal que recién había abierto, por el cual casi escapa Chucky pero Ponzifolio lo pateó de vuelta evitando así una catástrofe causada por un muñequito de plástico que podría acabar con la raza humana.
Como Ponzifolio había caminado muchísimo, sus patas estaban muy adoloridas así que lo llevé a que le hicieran unos masajes, al desponchado, a que le pusieran un diente nuevo, y por supuesto, a que le hicieran un caballicure. Sus pezuñas quedaron muy lindas y coloridas, por cierto, se los recomiendo.
En fin, decidí dejar abierto el portal, lo que significa que mi cuarto sigue aún sin alzar. Cruela DeVil encontró a un furby más colorido que Ponzifolió y lo utilizó a él, así que ya no persigue a mi caballo. También tuve una gran revelación gracias a mi amigo Kirby: El aguacate sin hueso SI EXISTE! En nuestros corazones =)!! Mr Snuggles sigue con nosotros, y ahora también consiguió unos lentes que hacen juego con su sombrero de copa. Ponzifolio viaja conmigo a todos lados, y yo he dejado el portal abierto para que cruze la próxima criatura extraordinaria...
eutifrona Community Member 
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