Khia Hati
“El Lobo de Fuego”
HP: 80
Edad: ?
Estatura: 1.78
Raza: licana pura
Posición: Mercenaria de Midgard, miembro más antiguo del clan Musas.
Armas: lleva una espada larga en la espalda, única herencia de su padre, que la dejo sola en el mundo a la tierna edad de 7 años. Aun así la usa muy rara vez, pues se vale principalmente de cuchillos, navajas y manoplas, ya que considera que nadie vale lo suficiente como para manchar la espada de su padre de sangre.
Habilidades especiales:
-ataque +3 desde temprana edad se mantuvo con vida aprendiendo a robar y estafar por los barrios bajos, por lo que la experiencia la hizo silenciosa, con los sentidos muy aguzados hasta para un licántropo , y una luchadora extremadamente buena en el combate mas callejero y poco honorable que allá existido.
-destresa+2 ilusionista. Le tomo años perfeccionar las artes de la ilusión, que aunque son muy útiles en la pelea, ella prefiere utilizarlas para estafar a sus compañeras en juegos de cartas, las que por más que se lo reprochan, aun no saben como lo hace.
-arma mágica: “Manto de Salamandra” Ataque+3. Con una apariencia variada (puede parecer una chaqueta militar, un manto de piel de oso, o incluso una capa de escamas) este objeto tiene la capacidad de otorgarle al portador una resistencia total al fuego. Khia se aprovecha de él para luchar encendida en llamas, provocando temor y quemaduras con sus ataques.
Obtuvo ese manto cuando no sobrepasaba los 25 inviernos. Ella se encontraba en una taberna, distraída en sus usuales jugarretas en los juegos de azar, cuando entro un imponente elfo de la noche, que alerto a los demás jugadores de que la chica no estaba jugando limpio. Los ebrios la sacaron de ahí, no sin antes robarle todo lo que traía consigo…que lamentablemente era todo lo que poseía. No contentos con despojarla, también la ultrajaron. Salió del pueblo trastabillándose, humillada y desnuda, persiguiendo bajo la lluvia a la figura misteriosa que la había delatado. Acabo por encontrarlo días después, furica lo reto sin contenerse, aunque eso le costó una quemadura en todo el costado izquierdo, lo destrozo, y se quedo con sus ropas, incluido el místico manto por el que después se volvería famosa.
Descripción:
Khia tiene el cabello color arena y la piel morena. De facciones toscas y pecas en el rostro, su rasgo más bello son sus ojos rosa encendido, que miran con altanería a todo el mundo. Es muy alta, y esbelta, algunos la describen como larguirucha. Ella finge que las quemaduras en su cuerpo le son indiferentes, pero en realidad es algo que la hace sentir repulsiva. De personalidad más bien grosera y orgullosa, no permite que nadie le pase en sima y mucho menos que trate de darle ordenes, cambio un poco tras conocer a Lita, pues aunque se porte hostil con ella, la considera una líder brillante y no dudaría en seguirla hasta el fin del mundo. Es una ebria malhablada y rara vez pelea de manera honorable, conserva la mala obsesión de robarle a todo el mundo. Nunca se ha rendido ante nadie, y jura que jamás la verán arrodillarse. Su sentido de lealtad ante su clan es “el único rasgo positivo dentro de su podrido corazón” según las otras miembros.
Historia:
Tras la muerte de su madre y el abandono de su padre tuvo que vivir sola en las calles de Midgard, sobreviviendo solo gracias a su falta de escrúpulos y una asquerosa personalidad. Después de haber sido violada en la taberna gracias al Elfo de la noche misterioso, detesta a los hombres a muerte, y los cataloga de bestias o “perros”. Cuando obtuvo el manto de salamandra se gano el apodo de “lobo de Fuego” y la sola mención de su nombre ponía a la guardia real nerviosa. Durante su juventud se paso los días en una anarquía absoluta. Quemando edificios, barcos, y casas. Cubriendo de caos todo a su paso. Pronto se aburrió, y ella misma se desterró a los bosques, en donde emboscaba viajeros de poca monta. Ahí conoció a Lita, a la que trato de asaltar sin conseguirlo. Acamparon juntas las noches siguientes, conviviendo en una incómoda camarería, que poco a poco fue reemplazada por un sentimiento de hermandad gracias a las dificultades que pasaron. Le dijo a Lita que estaba loca cuando le conto su plan de hacer un clan de puras hembras, pero a pesar de eso fue la primera en unirse y prometerle lealtad.
