Nombre: knagga
Raza: monstruo de río
Edad: poco mas de 400 años humanos
Estatura: 1.72 m
HP: 70
Habilidades naturales: inmune a casi cualquier tipo de veneno, un peleador rápido e implacable bajo el agua. Tiene una visión y oído agudos. Puede respirar perfectamente tanto fuera como dentro del agua. No necesita dormir mas de un par horas diarias para descansar completamente.
Habilidades especiales:
-Su alimentación a base de hongos y plantas ponzoñosas le otorga cierto grado de toxicidad, presentandose principalmente en su saliva y sangre. (Ataque +2)
-grandes conocimientos de anatomía, criaturas mágicas, botánica, toxicología, lingüística y medicina. Obtenidos gracias a sus siglos de soledad en el bosque de Ghalesse. (Destreza +3)
Debilidades: Al ser de naturaleza marina, su humectación es esencial, por lo que protegerse del sol la lleva a no ser un miembro muy activo por el día. Tanto su velocidad como su fuerza desaparecen casi en su totalidad al encontrarse en tierra. Necesita abastecerse de agua cada cierto tiempo. Su piel es muy sensible y fácil de herir con armas comunes.
Armas: pelea casi totalmente a base de venenos o gases tóxicos . Bombas de humo y su saliva venenosa en sus garras son sus principales armas.
Descripción: su piel tiene un ligero tinte grisáceo-azulado producto de la gran cantidad de venenos y hongos que prueba en ella misma. El cabello, rubio-anaranjado, está maltratado por el sol y quemado por los gases.
Tiene branquias, membranas entre los dedos, y una larga cola reptilícea.
Tiene un tatuaje en el costado izquierdo.
En su forma de monstruo, se asemeja a un pseudo dragón de color blanco, con un ligero matiz de azulado en el lomo.
Nunca supo nada de su familia, ni de por qué el huevo de donde nació estaba abandonado en el rio.
Personalidad: amable y tímida con las criaturas mágicas, actúa inocentemente al presentarse en situaciones desconocidas para ella. Siempre habida de conocimiento. Con los humanos se muestra arisca, desconfiada y seca. No los trata como seres inteligentes, si no como una plaga.
Aunque parece muy indefensa, la realidad es mucho mas oscura.
Historia: desde que nació en el río de Ghalesse, comenzó a cuidar del bosque que lo bordeaba. Pasó los años haciendo crecer arboles y flores inimaginables. Todo el amor que puso en cada hierba acabó por encantar el lugar, dándole hogar a especies fantásticas desconocidas, aun por los no-humanos.
Se encargaba de fertilizar, podar, limpiar y regar cada parte del bosque. Alimentaba a los animales y, en su soledad, acabó por hablarles como si fueran su familia.
Cada invierno, se retiraba de sus labores y se hundía en lo mas profundo del río, donde la corriente era calmada, y dormía hasta el inicio de la primavera.
Pero en medio de uno especialmente frío, estalló la guerra en la tierra de los hombres; Ghalesse quedaba justo en medio de los países enemistados.
Las tropas atravesaban el lugar en hordas, pisoteando las flores, usando los arboles como leña, contaminando el aire con canciones obscenas y chistes repulsivos, cazaron a los animales, a veces incluso solo por entretenimiento, ensuciaron el agua y llenaron de basura el suelo. Acabaron con el trabajo de siglos de Knagga.
Cuando esta despertó de su letargo, miró horrorizada el paso de los hombres. Sus lamentos se escucharon por semanas en las aldeas cercanas.
Trató cuanto pudo de volver a repoblar el bosque, pero habían roto para siempre la magia que emanaba del lugar.
Furica, partió en busca de los que destruyeron Ghalesse.
Y aunque sin experiencia en la batalla, pronto se volvió una impredecible combatiente.
Durante un par de años actuó por si sola, secuestrando barcos y sitiando pueblos pesqueros. con el tiempo comenzó a ir tras blancos cada vez mas imposibles: Ciudades.
Paso tras paso acercándose a su objetivo final: Gardaz, los que ella creía, causantes de la guerra y responsables de todo.
