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Posted: Thu May 31, 2007 2:08 pm
Al otro lado de la pandilla Por: ERA (ninana)
Estaba anocheciendo y el “Mañoso” fumaba plácidamente; tomando unas caguamas con sus compas en el lote baldío a un lado de su casa, celebrando que el robo del carro había salido a la perfección y que la droga ya estaba en sus manos. Lo que nunca imaginó es que le habían seguido la pista y estaba por llegar la judicial.
Al día siguiente estaba en el “botellón”. Nada más agarraron a 3, los demás pudieron huir. Le pegaron una golpiza que lo puso en paz por varios meses. Su madre lo dejó ahí para que escarmentara.
Esta es una historia que se repite en Mexicali, Baja California, Mexico.
“Las ciudades que crecen en infraestructura crece en problemas, hay un rezago social tremendo. Los síntomas del estrés se presentan continuamente. Las casas son muy pequeñas, los padres siempre están trabajando, las abuelas crían y malcrían a sus nietos. Los jóvenes no encuentran espacios de esparcimiento y buscan alternativas.”
“Picados por la curiosidad y alentados por los ‘retos’ de sus amigos, comienzan a realizar actividades que rompen con el respeto a la autoridad. Es un canal de desfogue por las frustraciones, depresiones, de tener familias desintegradas y disfuncionales”
“Quiebran vidrios, ponchan llantas, lanzan huevos; pero todo eso es como una bolita de nieve que va rodando montaña abajo y se va haciendo más grande: de las travesuras pasan a los actos vandálicos y terminan en la delincuencia”
“Al estar fuera los padres, los muchachos buscan modelos a imitar, les llama la atención el liderazgo y algunas veces esto los lleva a buscar el poder, dinero, presunción; se arriesgan para quedar bien con un grupito que lo pone a prueba para pertenecer.” Así lo expresa José Arturo Rangel Machuca, coordinador de orientación educativa en una escuela preparatoria con 19 años de experiencia en el trabajo psicológico con adolescentes.
Algo así fue lo que le ocurrió al “mañoso”, ex pandillero de 22 años de edad que operaba del lado oriente de la ciudad: “Nos fuimos pa´ los Estados Unidos cuando tenía como 6, 7 años; estuvimos como 2 años allá. Mis jefes están separados y vivía con mi jefa. Mi ‘amá’ quedó estéril después de que nací yo y por eso no tuve carnales. Mi jefe era medio ‘pisteador’ y tenía otra vieja, tengo 3 medios carnales”
“Mi jefa se la pasaba toda la mañana trabajando y en la tarde le gustaba salir con sus amigas. A veces se deprimía mucho por que mi jefe la dejó y salía a bailar pa’ buscar ‘jaino’, nunca le gustó estar sola. A veces traía batos a la ‘cantona’ y me decía que me fueras a jugar a otra parte. Pos’ casi casi mi nana me crió”
“Nunca nos sobró el dinero, así que a veces me quedaba con ganas de tener cosas. Desde chiquito mi nana en paz descanse me protegía, yo era su consentido. A veces le robaba dinero de su bolsa, por que sabía que no me’iba regañar y me compraba dulces o ‘cuetes’. Ya después empecé a robar cosas pequeñas: dinero, juguetes en la casa de mis primos, fierros viejos, cosas que podía cambiar por dinero y comprarme lo que quisiera”
“Después le dije al ‘torito’ (un sobrino) que me ayudara en esos jales. Tratamos de meternos a la casa de mi tío (que era el que más cosas de tecnología y ‘lana’ tenía en la familia por que el es el único profesionista) pero mi tata nos cachó y nos corrió. Nos puso el dedo con mi tío, y ya no nos dejaba entrar a su ‘cantón’, por que se dio cuenta que faltaban cosas”.
Vicente Valenzuela, coordinador del área de vinculación con la comunidad de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) señala que existe un círculo vicioso en torno al hecho de volverte pandillero y reclutar a otros. “Lo que notas al principio es que el morrillo trae una falta de identidad, quiere pertenecer a algo, ser como alguien que admire; después viene la etapa de la imitación, que es cuando empiezan a ver como se visten los demás, que hacen, que dicen”
“Si les gusta llegan a la etapa de la fascinación donde en todo lo que hagan vas a ver reflejado ya ese fondo de pandillas, y a todo le quiere entrar, entonces viene la cultura de la violencia: ya trae armas, ya pelea, la violencia la mira como normal y necesaria para cualquier cosa que haga; pero cuando se da cuenta que con estos actos puede generar dinero es cuando le entra la que sigue que es la cultura de la economía del delito. Aquí hasta las morrilas le entran en la prostitución y le ayudan a la pandilla a tener dinero”
“Ya cuando están bien pesados es cuando entran a la última etapa que es la cultura de la muerte. Miras a los morros ya bien tatuados, que tiene varios asesinatos en su historia, y sobre todo no le tienen miedo a la muerte, por eso ellos quieren vivir rápido y gozar todo, ser mejor que todas las demás pandillas y si se lo quiebran pues ni modo según ‘ya les tocaba’”
“También dentro de las pandillas tienen sus clases y actividades. Hay algunas que no tienen carro, otras que hasta traen ‘Escalade’ y tienen casas rentadas para usarlas para fiestas, guardar cosas, prostituirse, y más. Depende de a que tanto le entren: si tienen adicciones y manejan el negocio de la droga, si tienen violencia y usan armas, que pueden ir de una navajita a una AK-47, roban, estar organizados con otros grupos y hasta tienen asesinatos pues son pandillas mucho mas pesadas que las que nomás graffitean y tienen adicciones”
El “mañoso” sigue relatando: “Como a los 14 ya tenía relaciones y me juntaba con batos malillas en la secundaria. También empecé a hacer trabajos de carpintería en el taller. Aprendí, pero ya traía encima a la ‘clica’ y le entre a pistear, a fumar y darme toquecillos, y pos’ como no me alcanzaba siempre la ‘lana’ pa’ comprarlos pues me rateaba cosas más cariñosas: herramientas, piezas de carros, y lo que me encontraba era bueno. Pero se armó la gorda cuando estaba en la prepa. Siempre andaba tirando barrio con la ‘crew’, buscando pleitos y aprendiendo a usar las ‘fuscas’. Pero lo ‘pior’ fue cuando por necesida’ de droga y pagar una deuda, hora si me metí al cantón de mi tío: me llevé todas las cosas de oro de mi tía, su bolsa, dinero que tenía. Toda la familia se me vino encima cuando se dieron cuenta que les rateaba. Me prohibieron la entrada a sus casas y ni me querían ver”
“Mi madre ‘se hizo a la desentendida’, ella seguía en buscándose ‘jaino’. Después dejé de ir a la escuela. Ya nunca la terminé. Mejor me puse a ayudarle a la ‘clica’, me hablaban pa’ ir a ponerle unos chingazos a los del otro barrio. Me la pasaba dormido todo el día y en la noche nos íbamos a pistear, a cojernos a las morras, a apostar, corriendo carros, bien chingón. Después pasó lo de la ranfla que nos tronamos y pos después me calmé, y salió panzona la jaina. Ahorita mi angelito ya tiene 2 años y ya no los quiero meter en broncas, hace ya rato que no hago nada”
Carlos Castillo Ahumada, coordinador de Alianza Juvenil, explica que en compañía de Vinculación con la comunidad y DSPM, por lo que respecta a la violencia dentro de los centros educativos, han atendido a 37 escuelas secundarias que concentran a un número importante de jóvenes que han sido rechazados en otras escuelas debido a su temperamento violento o por relacionarse con el consumo de droga y/o prostitución.
Esto genera el programa de proyecto de vida que proporciona un precedente y permite analizar tendencias, ver que tanta relación directa e indirecta tienen con los grupos y personas violentas que se dedican a realizar delitos, asesorando en todo momento a los directivos y personal de apoyo, así como de implementar sistemas de vigilancia dirigida a los perímetros de los planteles.
Dentro del programa de atención a escuelas de alto riesgo, están realizando acciones como: la localización y clasificación de grupos delictivos, promover pláticas a directivos en escuelas localizadas como expulsoras de jóvenes con conductas antisociales, o que estén sus estudiantes involucrados en actividades delictivas, realizar reuniones con sociedades de padres de familia, cruce de información entre la DSPM, consejo tutelar, Sistema Educativo Estatal y la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, programa de aula segura, apoyo psicológico, entre otros; para seguir luchando contra el fenómeno de las pandillas.
Y TU QUE OPINAS DEL PANDILLERISMO EN TU CIUDAD?
HAS TENIDO ALGUNA EXPERIENCIA O CONTACTO?
CREES QUE EXISTEN SOLUCIONES?
CREES QUE EL GOBIERNO ESTA TRABAJANDO DE LA MANERA ADECUADA CON ELLOS?
Expresalo aqui!!
wink
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Posted: Fri Jun 01, 2007 8:25 am
Ninana Y TU QUE OPINAS DEL PANDILLERISMO EN TU CIUDAD? Nada. Mi contacto con pandillas en la ciudad se ha reducido -hasta ahora- en haber tenido un amigo que pertenecía a una. Podría soltarme a decir que son malas y una plaga y cuanta cosa más, pero la neta es que como no he tenido mayor contacto, no tengo algo más concreto que opinar. Ninana HAS TENIDO ALGUNA EXPERIENCIA O CONTACTO? Ver respuesta anterior. Ninana CREES QUE EXISTEN SOLUCIONES? Yep. Pero todo empieza donde la gente no quiere hacer nada: en la familia. Usaré al amigo que mencioné para explicarme mejor: El tipo se la pasaba en la calle, a veces conmigo y otro amigo, a veces con su pandilla -sobre todo por las noches-. Sin embargo, se quedó a dormir en mi casa en más de una ocasión, y su comportamiento era radicalmente distinto que el de su casa -y no me refiero a cosas superficiales como la forma de expresarse, o dejar de fumar-. Resulta que si mi madre le decía "órale, ponte a trapear" el tipo se paraba, refunfuñaba y se ponía a alegar "ya ni en mi casa, mi abuela no me habla así, yo que voy a andar trapeando" mientras iba por el trapeador y la cubeta. El tipo trapeaba, pero no dejaba de reclamar. Lo mismo pasaba si le decías lo que había de desayunar y en cualquier otra instancia dentro de casa. Resumiendo: Su comportamiento era en respuesta a la forma en que lo trataban en casa. Básicamente, su madre nunca estaba en casa, y en desquite, sus abuelos no le hablaban a él ni le hacían caso -vivían juntos-. Así que el se la pasaba fuera de casa para desquitarse de ellos. Sin embargo, llega a mi casa y mi madre lo trata como nos trata a todos, con reglas, obligaciones y haciéndole caso y platicando en serio con él. ¿Qué pasaba? El tipo era hasta más eficiente en asuntos de casa que yo -y no, nunca intentó suplantarme-. El problema es que ahora nada es responsabilidad familiar. "Que lo eduquen en la escuela, para eso lo mando", "Que siga lo que le digo, no lo que hago" son pretextos típicos para andar de desobligados con los hijos. Ninana CREES QUE EL GOBIERNO ESTA TRABAJANDO DE LA MANERA ADECUADA CON ELLOS? Tampoco. Se me hace que hay iniciativas interesantes, y hasta podría llegar a creer que hay intención de hacerlo bien, pero la verdad es que falta mucho. En primer lugar, porque como ya dije es más cuestión familiar y de crianza que de gobierno; y en segundo, porque muchos de esos planes se hacen para arreglar cosas nada más por encimita -como muchas otras cosas-.
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