
Un dia, cuando Yokai tenia 5 años, Edredon lo llevo de excursion a los bosques de Durem, cerca de los drenajes. Estando ellos contemplando el firmamento, aparecio una estrella fugaz
-Pide un deseo y se te concedera- le dijo el anciano al pequeño...
Yokai pidio su deseo... -Deseo ser mayor- pidio en sus adentros el pequeño.
Al dia siguiente... cuando desperto Yokai se sorprendio... su deseo se habia vuelto realidad... ya era mayor... pero se encontro solo en pleno bosque.
No sabia que hacer, pero recordo una leccion que el dia anterior su padre le enseño: -Cuando estes perdido sigue la direccion del sol, de dia, y la direccion de la luna, de noche, asi encontraras la civilizacion-, siguio los consejos de su padre, y siguio el trayecto que hizo el sol hasta el medio dia, despues de eso espero a que saliera la luna y la siguio.
Se encontro en la gran ciudad de Barton, una cuidad llena de luces y esplendor, casi como el Puerto de Gambino, solo que con mas personas.
-Pero, ¿donde esta papá?- se pregunto el ingenuo niño/hombre inquiriendo a su padre. El pobre rodeado de personas, sin saber donde ir, a quien buscar, de pronto se vio en el peor de los barrios de Barton, rodeado de ladrones, prostitutas, malandros, pordioceros y personas de la peor calaña -oye chico... ¿quieres un poco de dinero?- le dijo un hombre de mas o menos un estatus "medio", sin pensarlo Yokai le dijo -claro, soy nuevo en la ciudad y...- -no digas mas muchacho, ven, tengo el trabajo perfecto para ti- le dijo el hombre de la voz profunda y tenebrosa.
Lo llevo a una casona, alta y que al mirarla parecía sacada de un cuento de horror.