Welcome to Gaia! ::

-Hay una gran tormenta que se aproxima, los vientos cada vez son mas fuertes y el Kazekage no se encuentra presente- dice el anciano viendo con una mirada casi de desprecio a Kisara, la cual no se inmuta, ya que estaba acostumbrada- Como la única descendiente del clan Ryuuzaki, debes ir a demostrar de que estamos hechos. No puedes traer deshonra!
-Entiendo, padre- dice esta seriamente haciendo una reverencia, coge un par de kunais y shurikens, algunos pergaminos, algunas vendas y medicinas, lo guarda todo y sale del templo.

*Comienza a saltar entre los techos, rápidamente logra llegar hasta la zona principal de las 2 grandes paredes de rocas que servian de fortaleza natural de la Aldea para protegerse contra las inclemencias del desierto. Alli espero en las sombras para escuchar lo que decian los guardias*

Al llegar al muro notó como otros shinobis estaban creando jutsus para contener las tormenta y dar tiempo a la Aldea para prepararse y resistir. Sintió que el desaliento la embargaba.

No soy muy buena manejando el viento, y no puedo manejar otros elementos.

¿Que hago en este lugar?

Sus ojos veían de un lado a otro, buscando en algún lado la respuesta a su dilema cuando notó que uno de los shinobis cedía su lugar a otro y se sentaba a descansar.

En ese momento entendió que debía hacer algo... algo que probablemente pocos podían intentar.

Se acercó a ese shinobi y se arrodilló a su lado. Este, viendo el escudo de su clan se limitó a observarla sin hacer comentarios.

Esto debe funcionar. Debo intentarlo.

Kimiko cerró sus ojos y se concentró profundamente en juntar chackra de su madio ambiente para concentrarlo en su propio cuerpo como si fuese un contenedor. Su respiración se volvió acompasada y sus sentidos se desvaneciaron al grado de no escuchar la tormenta ni lo que decían los demás a su alrededor. Ella simplemente era un contenedor para el chackra.

Cuando abrió sus ojos nuevamente, estos se habían tornado de un color azul claro brillante que mostraba el nivel de chackra que residía en su interior. Con voz sibilante, sobrenatural pronunció unas palabras que mas tarde recordaría con claridad:

Tairyoku tsutaeru no jutsu(Técnica de transmisión de la fuerza del cuerpo)

Lentamente sintió como el chackra acumulado pasaba de su cuerpo a sus manos y de ahí se trqansmitía al shinobi que ahora la veía con asombro. En unos cuantos minutos se levantaba nuevamente para seguir trabajando en la barrera y otro se acercaba a Kimiko para recargar su chackra.

Kimiko no se movió de su sitio, temerosa de perder en ese momento una habilidad que probablemente le sería vital a la Aldea en esos momentos de emergencia. En su mente recordaba una y otra vez las palabras que salieran de su boca.

*la evacuación transcurría con rapidez en las diversas zonas de la aldea y la gente es movilizada a los refugios que se encontraban en el muro de roca que funcionaba de defensa natural para la aldea*

Bien, solo queda esta zona, no necesitaremos demasiada ayuda por el momento, encárgate de ayudar en la entrada, puede que tus habilidades les ayuden de alguna manera

Bien, aunque la verdad dudo que mis habilidades sirvan de algo en esta situación

*le respondía Yuuto, mientras sonreí con cierta resignación, pues no había sucedido nada interesante al momento de ayudar con la evacuación. Sin mas que hacer, me retire hacia la entrada de la aldea, solo para observar como los Jounins de la misma parecían tener todo bajo control*

Como supuse, nada divertido, parece que este día no nos tocara actuar Arika

*me dije a mi mismo, para después observar con curiosidad a una chica de cabello rosado que tras utilizar alguna extraña técnica en uno de los Jounin agotados este se levanto como si hubiera recuperado sus chakra de alguna forma*

Vaya, parece que después de todo encontramos a alguien interesante Arika…creo recordarla un poco de la academia Ninja, si no mal recuerdo pertenece a uno de los clanes mas respetado de la aldea, mmm, como se llamaba, hiriko, himiko, a ya kimiko

*responde con cierto entusiasmo al recordar su nombre*

Parece que a mejorado bastante desde la academia…en fin, parece que tendremos que esperar a otra ocasión para que nos toque actuar Arika

*mencione nuevamente con resignación mientras observaba como los Jounin de la aldea se encargaban de la situación*

Fdr: disculpas por haber dejado inconcluso el roll y no postear el sábado ni el domingo, pero esos días tuve ciertos pendientes que no me dejaron entrar a gaia

Kimiko se había levantado y había recargado nuevamente el chackra de algunos shinobis cuando la tormenta azotó con toda su fuerza el muro de protección. Algunos fragmentos de roca caían y logró ver como un shinobi que le parecía vagamente familiar sacaba una marioneta y comenzaba a destruir las rocas mas grandes para proteger a los que mantenían la barrera.

Eso es una buena idea.

Se aseguró con la vista que nadie pareciera estar agotado y se aprestó para recorrer la zona para ayudar con las rocas que caían. Aún tenía algo de chackra en su cuerpo, así que lo concentró en sus manos y pies y corrió hacia donde veía caer rocas grandes y las destruía con alguna patada o trataba de detener su caída y lanzarlas fuera del muro con sus manos.

Esa técnica era una de las mas empleadas por los ninjas médicos, así que no tenía mayores problemas para dosificar el chackra y obtener suficiente fuerza para mantener su parte del trabajo de manera lo suficientemente eficiente.

Ocasionalmente veía que alguien se agotaba, por lo que corría hacia ellos y realizaba de nuevo su técnica de transmisión de chackra. Si bien no lograba regenerar por completo el chakra de quienes buscaban su ayuda, al menos podía mantenerse la barrera a su completa capacidad por un rato mas.

¿Cuanto mas va a durar esta tormenta?

Siento que han pasado horas y no se ve fin.

Una roca menor golpeó su hombro por su distracción arrancándole una exclamación de dolor y frustración. Corrió al muro unos segundos y se concentró en curarse a si misma.

Al mismo tiempo, aún con la adrenalina al máximo recorriéndola, trató de juntar mas chackra del ambiente, ya que la tormenta era un reservorio perfecto que podría usar para recargarse con facilidad.

Su cabeza daba vueltas por el flujo constante de chackra en su cuerpo, algo que apenas estaba descubriendo y aprendiendo a manejar, pero no estaba dispuesta a dejarse caer mientras la emergencia siguiera en pie.

Cuando terminó de curarse, volvió a recorrer el muro para recargar a los shinobis de la barrera, aún si ellos no solicitaban su ayuda. Simplemente tocaba su hombro y les transmitía el chackra hasta volver a llenar sus niveles máximos. Luego volvió a correr de un lado a otro para romper rocas.

Llegó un momento en el que ella parecía ya no ser conciente de sus propios actos. Si le hablaban parecía no escuchar. Su cuerpo había caído en un estado de concentración tan profundo que la mantenía andando sin requerir de su conciencia.


FDR.- No tengo mucho tiempo por el momento y regreso hasta en la noche, pero no puedo desaprovechar la gran oportunidad que acaba de abrir el compañero xd .