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nuko666

PostPosted: Thu Sep 23, 2004 4:18 pm


eh aquí lo que sería el 3er capítulo de la historia espero que les guste ^^
con dedicación especial para ti Morphine wink


CAPITULO. 3

BUSCADOS

Janet esperaba desesperanzada esa noche con todas las prostitutas de Londres a algún cliente. Hace dias que no comía y necesitaba que alguien le contratase.

"Vaya puta mierda" Pensó "Y pensar que me he venido a esta ciudad porque pensaba que tendría mas trabajo".

Ella era humana, pero había varia diversidad de razas. Habían Felinas, Semielfas e incluso Orcas y Enanas. Entonces, apareció una limusina en perfectas condiciones, algo que no habían visto en jamás. Habían visto algunos "carros" en su vida, pero ninguno en tan buen estado.

De repente, la limusina paró y el cristal de una ventanilla empezó a bajar. De si interior surgió una mano enguantada que, extrañamente, la señalaba a ella pidiéndola que se acercara. "¡Hoy es mi día de suerte!¡El tipo es rico!"

La puerta se abrió y ella entró mirando fijamente a su cliente. Era un semielfo muy grande y musculoso, su piel era demasiado blanca y Su pelo era blanco, lo suficientemente largo para recogerlo en una coleta. ¡Ya sabia quien era!¡Era Devon Dethkey, el presidente de Moon & Sun Technologies!¡Sí que era su dia de suerte!. El coche aceleró dejando atrás a las demas prostitutas y, tras callejear unos minutos, Lucía cayó en la cuenta de que estaban en un almacén de su compañía del semielfo.

- Querida, perdona que te traiga a un sitio de tan mal gusto, pero es que las malas lenguas siempre se enteran de estas cosas.- Se disculpó Devon
- No...no importa.- respondió la muchacha soltando una aguda risita femenina mientras Devon abría la puerta
- Usted primero.- Indicó a la asustada prostituta.

Janet entró con recelo en la estancia y, tras que sus ojos se acostumbraran a la oscuridad reinante, se encontró con un ambiente mucho menos que excitante. Un pentagrama estaba dibujado en el suelo iluminado por multitud de velas negras que emitían una luz casi azabache rodeadas por montones de calaveras... todo con lo que soñaría un satánico.

Janet dió un paso atrás asustada, pero de repente notó que algo le atraviesa el pecho mientras una intensa punzada de dolor le recorría el cuerpo. Era el brazo de Devon que sostenía su corazón con fuerza.

- A los perdidos llamo, a los que buscan la carne invoco, a las almas sin descanso espero.-Recitaba Devon como si ya lo hubiera hecho con anterioridad. Janet no comprendía por qué todavía no estuviera muerta.- ¡Mostraos ante mi presencia Rastreadores!-

Al momento, con una mueca de desprecio, Devon se desembarazó del cuerpo de la prostituta y lanzó el corazón al pentagrama atrayendo a pequeños demonios. Tras unos segundos, agarró el cuerpo y con fuerza lo arrojó junto al todavía palpitante corazón.

Multitud de sombras demoníacas recorríeron el cuerpo de Janet, provocándole los mayores dolores que uno pueda imaginarse para, por último, arrancarle el alma mientras su cuerpo levitaba y le dedicaba una inexpresiva mirada a Devon.

-¿Qué quieres?- Dijo como si hablaran miles de criaturas en su interior.
-Pues lo de siempre, hablar de negocios.- Le respondió Dethkey al demonio como si un socio se tratara.
- ¿Qué quieres? ¿oro...o información? No te podemos dar mucho por este cuerpo.
- Información.- Contestó Devon.- ¿Podrías decirme donde se encuentran tres objetivos?
- Umm... ¿Tres?- Comentaron los demonios con inseguridad.
- Cosas más difíciles te he pedido.- Dijo Devon para intentar convencerlos.- O eso... o no hay mas cuerpos para vosotros.

El cuerpo poseído permaneció unos segundos pensativo mientras el semielfo le dedicaba una mirada de impaciencia.

-¿Y cuales son esos objetivos?
- El primero es a una científica de antes del cataclismo que se hace llamar Circe, el segundo una jovencita llamada Dahella D´Beche, y el último -Hizo una pausa.- es Raúl Dragonsgate.

A miles de kilómetros de allí, en un recóndito paraje de Hispanot, la noche avanzaba lentamente para el capataz orco del vertedero que se emborraba en su despacho con licor de raices.

- Se han escapado todos los humanos y se han perdido varios recursos por la revuelta.- se dijo mientras daba un profundo trago.- Espero que recuperen a algunos o sino mi cabeza penderá de un hilo.

De repente, un joven orco entró en el despacho.

- ¡Señor!
- ¿¡Quién te ha dado permiso para entrar!? ¡¡Porque yo desde luego no!!
- ¡Señor!¡El general Amo está esperando en la puerta!.

El capataz soltó la botella, que fue a estrellarse contra el suelo mientras una expresión pálida de terror comenzó a dibujarse en su rostro. Amo, general del Frente de Liberación Humanoide, esperaba en la puerta al capataz de la instalación. Era un orco fornido, con tatuajes trivales por todo su cuerpos, tanto que partes de su piel eran negras como media parte de su cara. Tenía una trenza que le llegaba a la cintura y su vestimenta no era muy diferente de la de los otros soldados, pantalones de camuflaje, botas de marcha y una camisa sucia, además de sus placas de identificación. Las puertas se abríeron y el capataz salió temblando de miedo.

- Bu...buenos dias, señor.- Dijo cordialmente.
- He oído que todos los esclavos humanos han escapado.- Dijo Amo llendo directamente al grano.
-¿De... de donde a sacado usted ese disparate?.- Preguntaba el capataz cada vez más nervioso.

Amo chasquó los dedos y unos trasgos que traían un carruaje lleno de cadáveres humanos aparecieron en escena casi por arte de magia provocando que el capataz palideciera del terror que llevaba en su interior.

- Computadora.- Llamó Amo y, casi al instante, una pequeña esfera de acero se acercó a él flotando en el aire.- ¿Cuántos carros llevamos?
- 12- Contestó con una voz femenina.
- ¿Y cuantos cuerpos hay en cada uno?
- 46
- ¿Con lo que hacen...?
- 552
- ¿Cuántos esclavos tenía la instalación?
- 600
- Eso significa que se escaparon casi todos ¿no?
- Sí.
- No has sido un buen capataz.- Dijo dirigiéndose al pobre orco tembloroso en el tono de voz que utilizaría un adulto para regañar a un niño mientras el capataz se ponía de rodillas para suplicar por su vida.
- Por favor, perdóneme. No he podido evitarlo. Todos se rebelaron a la vez. Y encima los intrusos...
- ¡Calma, calma!- Dijo sonriendo.- ¿Crees que vendría hasta aquí sólo para matar a uno de mis oficiales?

Entonces empezó a reír y ayudó a levantar al capataz, que se iba calmando poco a poco mientras empezaba a reir, poco a poco. "No es tan horrible como dicen, es incluso simpático".

- Pues tienes razón.- El orco se quedó helado por el último comentario de su general.- Computadora, suprímele.

Nada mas ordenarlo, la esfera de acero cargó con fuerza hacia la cabeza del capataz atravesándola en un grotesco espectáculo cubriéndolo todo del fluido vital de aquel ser mezclado con algo de masa cerebral.

- Sujeto suprimido.- Dijo cubierta de sangre.
- Felicidades, eres el nuevo capataz.- Dijo Amo al joven orco que acompañaba al que ahora era un cadáver en el suelo.- Ahora envía unidades de rastreo que vallan detrás de los causantes de esto.
- Si...si, señor.

Ray estaba recorriendo el bosque con sus dos compañeros. Todos estaban muy callados y Ray empezaba a sentirse solo, o peor aún, aburrido, así que rompió el silencio.

- ¿Pues sabeis? Yo nunca he estado en una gran ciudad. Mi padre si estuvo en varios lugares en sus dias de soldado y así conoció a mi madre.
- Uhum...- Contestó Stephen mas bien ignorándole mientras Tertyu miraba sin hablar porque no sabia de qué iba todo
- Step ¿te importa que te llame así?
- Sí.
- Bueno... Stephen. Tú no eres Hipano ¿verdad? ¿De dónde eres y por qué hablas tan bien el Hipano?
- Eso no te importa.
- Bueno, mi padre...
- ¡Ya estoy harto de oír todo sobre tu padre!¡ No tengo ganas de oír nada mas sobre un estúpido Filo Cruzado!

Ray se paraó en seco, permaneciendo en medio del camino con la cabeza gacha y apretando sus puños con fuerza comezó a hablar dejando entrever su dolor

- Mi padre murió para salvarnos la vida a mí y a mi familia.- Al decirlo Stephen se dio la vuelta sorprendido.- Él utilizaba más las palabras que las armas. Nunca mató a nadie a traición y evitó matar en todo momento, y cuando lo hacía, le daba sepultura al cuerpo y rezaba por su alma arrepentido y con un dolor en su corazón inimaginable. Gracias a sus actuaciones evitó matanzas y siempre ayudaba en lo que podía. Consideró a todas las razas por igual como hermanas y nunca se detuvo para ayudar a alguien aunque fuera orco, trasgo, gnoll o cualquier raza.- Levantó la mirada hacia Stephen con un brillo de seriedad mezclado con tristeza mientras una lagrima recorría su mejilla.- Él era mucho mas hombre de lo que tú nunca serás jamás.

Después de hablar, Ray aceleró el paso pasando de largo a Stephen y Tertyu.

- Diré que has muerto y así no te molestaran más. Y además. – Dijo mientras se colocaba su insignia de Filo Cruzado.- Llevaré esto con mucho orgullo.
- ¡Espera!.- Gritó Stephen haciendo que Ray se parara.
- ¿Qué quieres?- Contestaba Ray en tono grosero.
- Mira... lo siento.- Se excusó Stephen haciendo un esfuerzo pues no estaba muy acostumbrado a pedir disculpas.- No quería ofender al recuerdo de tu padre. Mira... iré a Murcaren después de pasar por Madrera.- Tenía que ver qué clase de Academia ha formado a tal sujeto. - ...Esta bien, pero por ahora déjame en paz.

Siguieron su camino sin embargo, se había creado un silencio mucho más incomodo que antes. Y Tertyu todavía seguía sin comprender nada. ¿qué les pasaba a aquellos dos. ¿era normal eso en el mundo? Unos pocos segundos después Ray alegró la cara y las cosas volvieron a ser similares a como eran antes.

- Murcaren es una ciudad preciosa a pesar que el río es apestoso cuando los anfibiodos entran en la ciudad para saquear y...

Devon salió del almacén que estaba empezando a arder con una cara de satisfacción. De repente una carcajada demente se oye en la oscuridad. Devon buscaba el origen de esa risa con total tranquilidad hasta que pudo distinguir dos lucecillas rojas en la oscuridad.

- ¿025?
- Sí, mi señor.

Entonces una criatura extraña salió de la oscuridad. Parecía un humano aunque no se podía saber porque estaba completamente vestido con una armadura militar parecida a las que usaban antes del cataclismo que no resistiría un combate con armas de filo, pero era resistente contra armas de fuego, además de ser muy ligera.

Medía dos metros y era muy delgado que se acentuaba ya que tenía la espalda curvada. Llevaba un machete y un puñal militar envainados además de algunas armas de fuego. Vestía una capucha, con la que se cubría la cabeza, y tras ella, una mascara inexpresiva cuyos ojos brillaban y donde debía estar la boca había unas pequeñas aberturas donde salía el vapor de su aliento. Lo más extraño era que en su hombro derecho estaba dibujado el símbolo de los Filos Cruzados.

- Tengo una misión para ti. Ve a Madrera y espera a un semielfo que sea enorme y ocúpate de él y de cualquiera que te vea. Seguro que lo reconocerás.
- Madrera esta un poco lejos...
- Utiliza el Helicóptero para llegar antes.
- ¡Ahora si que nos entendemos!

En la profundidad del bosque, una joven salvaje corría siguiendo un rastro. Era un rastro muy conocido, orcos. Con una agilidad animal trepaba por los árboles y saltaba de rama en rama. Llegó donde quería. Al campamento orco. Estaban perforando las rocas como si buscaran algo.

- Ayla.

La joven salvaje pegó un salto, sobresaltada al oír su nombre. Se dio la vuelta y se encontró con los ojos de su compañera Elsa. Su mirada se transformó y un matiz de ternura se dibujó en su cara.

- ¡Me has asustado!- Dijo Ayla susurrando a la recién llegada.
- Tranquila.- Le respondió mientras le besaba la frente.- Parece ser que están demasiado ocupados para fijarse en nosotras.
- ¿Qué será lo que quieren?- Dijo mirando con seriedad al grupo intruso.
- No estoy segura, pero hay una leyenda que dice que por estos terrenos, Circe nos creó cuando el mundo caía en la catástrofe.
- ¿Entonces están buscando el poder de la creación de Circe?.- De repente, un sonido intestinal rompía el silencio.
- ¡Ooh! ¡Joder! ¡No volveré a comer cangrejo con las habichuelas!

Entonces detrás de las jóvenes exploradoras, apareció una enorme criatura vestida como el ejercito orco que estaba abrochándose el cinturón. ¡Era un ogro! ¡y las había descubierto!

-¿Pero qué coño...? ¡Ehh! ¡He encontrado espías!.

Entonces con una agilidad felina, Elsa agarró los testículos del ogro y los retorció completamente. Automáticamente, el ogro cayó al suelo retorcíéndose de dolor. Era el momento perfecto para salir de allí.

- ¡Corre! - Gritó Ayla mientras las dos jóvenes huían dejando atrás a los orcos organizándose ante aquella sorpresa.

En otro lugar, Ray y compañía se estaban acercando a Madrera. Las ruinas de los edificios empezaban a abundar en el paisaje. Entonces unos gritos de socorro de timbre femenino se oyeron en el interior de uno de los pocos edificios que quedan enteros.

- ¿Qué ha sido eso?.- Decía Stephen al escuchar la petición de ayuda.- ¡Alguien necesita ayuda, y parece ser que es una mujer!. ¡Es hora que Stephen vaya al rescate!.

Nada más terminar la frase salió disparado corriendo en dirección al grito de la mujer ante la atónita mirada de Tertyu que observaba con sus gigantescos ojos.

- ¡Pues yo no voy a ser menos!.- Le siguió Ray

Tertyu se quedabo un momento en la oscuridad de la noche, tratando de organizar ideas. ¡Aquellos dos estaban locos! ¿dónde pensaban que iban? Por un instante dudó si haberse ido del vertedero había sido buena idea.

- ¡Eh!¡Esperadme!

Los tres entraron en el edificio fijándose en cada rincón que no estuviera cubierto por la oscuridad, buscando una sombra o una silueta que significara que un enemigo estaba allí

- ¿Hay alguien aquí?

Stephen obtuvo el silencio como respuesta. Ray vio un objeto pegado en uno de los pilares de la estancia y preguntó extrañado:

- ¿Qué es esto?

Tertyu se fijó en el objeto. Sabía lo que era después de años de observación a sus amos en su antigua vida en el vertedero.

-¡No lo toques!¡Eso hace BUM!

Ray se apartó de un brinco del objeto extraño gracias a la advertencia de Tertyu. Entonces una risa enfermiza inundó la estancia y, de repente, la única entrada y salida del edificio se derrumba después de una pequeña explosión.

Una figura humanoide que empuñaba un machete apareció de la oscuridad. Tenia las piernas y los brazos más largos de lo normal y su armadura militar relucía ante la luz indirecta del edificio.

- ¿Dónde está la chica?- Dijo Ray al instante de ponerse en posición de combate casi al unísono que Stephen. Mientras, Tertyu se escondió detrás de unos escombros.
- ¿Chica? ¡Ah! Ya sé que me dices.- Apretó un punto de su cuello.- Socorro, socorro, que alguien me ayude.- Comenzó a hablar con voz femenina.
- Pero ¿Quién demonios eres?
- Soy un Filo Cruzado como vosotros. También vivo de las misiones que me imponen.- Entonces sacó un artefacto con un botón y empezó a juguetear con él.- ¿Sabéis qué es esto?.
- ¡No juegues con nosotros!.- Contestó Ray amenazante.
- Esto es vuestra vida.- Con el machete arañó el suelo produciendo chispas y el arma empezó a arder.- Si queréis salvaros Arrebatádmelo!.

PostPosted: Fri Sep 24, 2004 7:28 am


woo gasias nuko ^_^

The Morphine Blues
Crew


The Morphine Blues
Crew

PostPosted: Fri Sep 24, 2004 12:41 pm


Bueno, pues esta es SIN DUDA la mejor y mas util imagen q pueda postear aki whee : User Image - Blocked by "Display Image" Settings. Click to show. SI!!es mi wish list, y si m ayudais mejor ^o^
X cierto, aprovecho estos momentos de publi para anunciar mi quest oficial para las orejas d elfo ^^
PostPosted: Fri Sep 24, 2004 12:50 pm


Morphine
woo gasias nuko ^_^
por nada Morphine es un placer ^^

nuko666


The Morphine Blues
Crew

PostPosted: Fri Sep 24, 2004 1:01 pm


Esta imagen no es mia, pero la encontre cotilleando en el google y me parecio 1 pasote xd :
User Image - Blocked by "Display Image" Settings. Click to show. eek
Es SERPI!Vosotros y yo sabemos q es serpi...aunq ella diga q s parece mas a Delaish xp whee
PostPosted: Fri Sep 24, 2004 1:04 pm


Morphine
Esta imagen no es mia, pero la encontre cotilleando en el google y me parecio 1 pasote xd :
Es SERPI!Vosotros y yo sabemos q es serpi...aunq ella diga q s parece mas a Delaish xp whee
jajajajajajajaja opino ke se parece mas a Delaish wink

nuko666


The Morphine Blues
Crew

PostPosted: Fri Sep 24, 2004 1:08 pm


User Image - Blocked by "Display Image" Settings. Click to show.Tu crees? O_o O_O o_O
eek pos yo cuando la vi s m parecio mas a serpi xd
PostPosted: Fri Sep 24, 2004 5:16 pm


Bueno pues aquí de nuevo molestando gente y posteando la historia, espero que les guste, si prefieren ke ya no la poga avisenme porfavor ^^'... este capítulo fue aderido a la historia gracias a mi buena amiga Etna...

Capitulo. 4

ENCUENTROS VIOLENTOS

Cerca de la cueva que horas antes descubrieran Ayla y Elsa, arrinconada contra la choza de las herramientas, solo quedaba una figura de baja estatura cubierta por un sobretodo a manera de manta intentando ocultarse en las sombras. Lord Demon se detuvo un momento a escuchar satisfecho el sonido de la muerte a su alrededor. Luego alzo una de sus manos para acomodar sus lacios cabellos y avanzo con paso firme y amenazador hacia la figura que permanecía inmóvil

-¡Bestia! Quiero ver tus ojos antes de librar al mundo de una peste como tu- amenazo Lord Demon.

Se detuvo a solo unos pasos de su enemigo y con un ágil movimiento de la espada retiro el sobretodo que lo cubría, pero cuando intento cortar su cuello de cuajo se quedo estupefacto al ver que las sombras no ocultaban a otro orco sino a una niña humana. Su espada se quedó detenida en el aire, su puño a la altura de su cabeza y las palabras de sus maestros llenaron su mente: los orcos son asesinos crueles que odian a los humanos... no matarás mujeres, ni niños... los orcos no respetan la vida... los humanos debemos sobrevivir y las demás razas perecer... la magia a veces nubla, hasta los sentidos más agudos... Sin lugar a dudas debía ser alguna clase de poder oscuro, porque las bestias no protegían humanos y menos arriesgaban su vida por ellos. Esto que tenia frente a si no podía ser una niña, sino una ilusión que ocultaba algún engendro del mal... algún orco.

Su espada se precipitó pesadamente buscando culminar su mortal golpe pero no pudo llegar a su destino. Una flecha rozo la mano de Lord Demon haciendo que su arma cayera al suelo y el caballero libre al fin de su segundo de compasión partió la flecha con una destreza increíble y la retiro de su mano. El caballero alzó las manos y se dispuso a terminar lo que empezara cuerpo a cuerpo, pero esta vez también fue fallido su intento porque Dahella había preparado una segunda flecha que esta vez fue a parar al corazón.

El rostro del caballero se contrajo de dolor mientras miraba con ojos inmensamente abiertos las lagrimas de la niña que acababa de vencerlo. Su cuerpo comenzó a sacudirse por las contracciones propias de la agonía final y Dahella se abalanzo hacia él sin quitar la vista de sus heridas. Con la mano izquierda recogió las lagrimas de su rostro y las froto sobre el pecho de Lord Demon, pero evidentemente esta vez la herida que había causado era de mayor gravedad.

El sucio camino minero que se dibujaba frente a ella estaba lleno de los cuerpos de sus amigos y de muchos otros humanos desconocidos, pero posiblemente el hombre a quien acababa de herir fuera el único que continuaba con vida. Si no actuaba pronto tal vez no habría nadie a quien ayudar, y aunque solo unos minutos antes él tratara de matarla, la vida debía prevalecer.

Inmediatamente se decidió. Recogió del suelo con una mano la espada y con la otra arranco la flecha del corazón de Lord Demon, quien desecho de dolor aspiró una ultima boconada de aira y quedo inconsciente. Dahella apretó los dientes, corto las venas de su muñeca y apretó su brazo tratando de verter la mayor cantidad de sangre posible sobre la herida abierta. Un minuto después la herida de la niña había dejado de sangrar y comenzaba a cicatrizar, pero el caballero necesitaría una hora para considerarse fuera de peligro y cinco o seis días para sanar totalmente.

Dahella suspiro nerviosa. Generalmente no tenía que llegar a ese extremos. Solo un simple contacto corporal era necesario para que su cuerpo se convirtiera en la medicina perfecta. Pero había casos donde un abrazo no era suficiente. Se necesitaban millares de nanomáquinas para restaurar un corazón y dejarlo como nuevo. Resoplando fastidiada pensó que tal vez hubiera sido mejor herirlo en otro sitio.


**************
El viejo Jóe Rompehuesos salió del maltrecho torreón dejando atrás a sus secuaces divirtiéndose mientras golpeaban al hombre que acababan de capturar. Una maliciosa sonrisa se le dibujo en los labios. Al fin había agarrado al hijo de perra que había osado robarle. El fornido enano observó con curiosidad la extraña espada que traía entre las manos y volvió a sonreír pensando en su nueva adquisición.

-Ese degenerado de Lot Gothaur se creyó que podía robarme a mí... ¡A MÍ... !- lanzo una estruendosa carcajada, mas de ira que de alegría y continuo fanfarroneando -... a mí, Jóe Rompehuesos, el mayor acecino de la región... –y mientras decía esto chocaba uno de sus puños contra la palma de su mano, sin percatarse que era observado por un hombre desde la maleza cercana.

Karl Gadamer aguardaba el momento preciso para asestar un golpe maestro sobre Jóe Rompehuesos, y el momento había llegado.

-Aquí estoy Kuhn... ¡Prepárate a morir!-grito mientras saltaba para colocársele por la espalda y así cortarle el paso- ¡ Voltéate si no quieres morir como un cobarde!

Jóe salto al instante y se halló frente a un hombre alto, musculoso y con unos ojos negros que chispeaban de la ira.

- ¿Y tu quien diablos eres?- pregunto el enano desconcertado. Últimamente tenia demasiados problemas
-No sabes con quien te estas metiendo muchachito.- dijo intentando intimidarlo, o por lo menos conseguir una presentación forzada.
- Soy Karl Gadamer. Y tu vas a morir Kuhn, y esta vez será para siempre.
- ¿Qui... qui.. quien?- tembló Jóe al escuchar el nombre de su oponente – Tranquilo Gadamer... yo soy Jóe... - intento convencerlo, pero se vio obligado a dejar eso para desviar con la espada un puñal lanzado por Gadamer, que se clavo en el suelo.
- ¡ Silencio ¡ - rugió Gadamer- Yo sé quien eres, y por eso vas a morir.

El enano no pudo más y echo a correr mientras gritaba desaforado – ¡Alerta!, ¡Alerta!, ¡Aleeeeeeee... – y cayó tendido como un trapo, exhibiendo un puñal y un agujero en su cabeza.

Los bandidos habiendo escuchado el llamado de su jefe salieron armados hasta los dientes, pero cuando lo vieron flotando en un charco de sangre y a su acecino con un puñal en cada mano, adivinaron lo sucedido.

- ¿Quién es el jefe ahora?- grito Gadamer mirándolos desafiante, y acto seguido todos corrieron despavoridos.

Gadamer respiro complacido, pensando: misión cumplida. Había logrado vengarse una vez mas y por el momento era un hombre realizado. Se agacho y tomando la espada que momentos antes había usado el enano para esquivar su puñal, recorrió la hoja con su dedo índice.

- Si que es rara... y hermosa- exclamo extasiado ante la perfección del arma, cuando un puñetazo en la barriga le aflojo las piernas.
- ¿No te enseñaron a no tocar lo ajeno?- recrimino Lot, alejando con el pie la espada que había caído al suelo para luego asestarle otro golpe en la nariz, mientras decía –Espero que de una vez hallas aprendido la lección.- y de un salto se monto a un caballo, espada en mano para perderse entre el polvo y los árboles.


**************
Ray se había quedado tan quieto como le era posible y cuando el polvo se disipó al fin, pudo ver que Tertyu y Stephen estaban haciendo otro tanto. Exhaló despacio para no mover ni un pelo y de pronto se encontró casi sin palabras.

- Coñó, de la que nos salvamos.-
- Yo no diría tanto... - respondió Stephen, para después acotar molesto –Y menos de esa forma.-

Una segunda porción del edificio había cedido. Probablemente resentida desde sus cimientos por el derrumbe producido por la primera explosión. La buena noticia era que el desconocido que había intentado acecinarlos había caído junto con el montón de escombros, y la mala era que el edificio amenazaba con terminar de derrumbarse en cualquier momento.

- ¿Cómo que no dirías tanto? ¿No ves que nos libramos del loco que pretendía hacerse pasar por filo cruzado? -respondió Ray-Por suerte ese desgraciado ya es historia.-
- No me refería a eso, sino a como vamos a bajarnos de aquí. -acoto Stephen mientras sonreía maliciosamente observando la cara del joven llenarse nuevamente de preocupación. –Y en cuanto al desconocido... no dudes de la veracidad de sus palabras.
- ¿Qué quieres decir? – pregunto Ray molesto, pero inmóvil.
- Que este mundo esta podrido, y con el se han podrido las academias...
- Pero... –insistió Ray.
- Los filos cruzados ya no son lo que eran antes y los...

Tertyu no había pronunciado palabra, pero miraba con ojos muy abiertos todo a su alrededor. Por eso mientras sus compañeros seguían enfrascados en su discusión encontró una salida. Junto al edificio donde se encontraban había otro aun más destruido cuyos escombros casi rozaban el sitio donde estaban parados. Tertyu miro a Ray y a Stephen mientras se adentraban más y más en la discusión y lo soltó de golpe.

- ¡Saltar!-
- ¿Qué? –pregunto Ray creyendo no haber entendido bien -Estamos a tres pisos de altura. ¿También a ti se te soltaron las tuercas?
- No hacia abajo, hacia allá.- respondió Tertyu señalando el sito lleno de escombros.


**************
Dahella había revisado ya la mayor parte de los cuerpos sin importar rasa, pero todo había sido en vano. Cuando la muerte tapaba a alguien con su oscuro velo, ella nada podía hacer.

- Infanta. -una voz ronca rompió el silencio y Dahella se apresuro a ir en su ayuda.
- ¡Oh Sorbik! ... Estás vivo -
- No por mucho tiempo mi niña – el viejo orco tosió con gran esfuerzo y escupió un gran buche de sangre.

Los ojos de Dahella se llenaron de lagrimas nuevamente al ver que el viejo había sido desprovisto de gran parte de su cuerpo. Ya su vida estaba fuera de su alcance.

- Huye infanta... ya nada puedes hacer por mí... -
- Pero si estás vivo aun. -contesto tragándose la verdad y la impotencia.
- Aquí, ya nadie puede protegerte...
- Pero tu... – replico la niña.
- Ellos vendrán por ti... lo sabes... –
- No te dejaré. – y diciendo esto tomo el sable del orco en un ultimo intento por detener lo inevitable, pero este le tomo la mano y concluyo:
- Toma este dije... y vete, vete... -

Dahella tomo la mano ensangrentada del orco y la apretó contra su pecho. Momentos como estos le recordaban lo frágil que era la vida... Momentos como estos le recordaban el holocausto... tembló de solo pensar en aquellos días terribles y Por un momento se pregunto como había podido soportar tanto. Al fin y al cabo solo tenia 14 años, y 250 años de vida eran demasiados para una niña de 14 años. Por suerte ya había comenzado a envejecer. Pronto seria una mujer. Aunque pronto para ella tal vez fueran unos 100 años mas... Pero ahora estaba allí, y sus amigos estaban muertos.

La jovencita morena pasó una vez mas sus ojos verdes sobre los muertos que parecían flores rojas sobre la hierva. Se coloco el dije junto a los otros cuatro que colgaban en la cadena de oro junto a su pecho y decidió que no había tiempo para darle sepultura a los que yacían a su alrededor. Ellos ya no la necesitaban. En cambio el humano acecino era su responsabilidad y ese lugar ya no era seguro para nadie.


**************
- ... y uno... y dos... y... treeeeees... - Grito Stephen y los tres corrieron lo más rápido que pudieron, para caer de un salto en los escombros.

Aun jadeando por el miedo y el esfuerzo, se voltearon para ver como el edificio terminaba de desplomarse.

- ¿Y ahora? -pregunto Ray.
- Miren. -grito Tertyu -Una maquina voladora. ¿Alguien sabe usarla?-


Morphine, una pregunta, ¿De donde eres? ^^

nuko666


Deliath
Crew

PostPosted: Fri Sep 24, 2004 7:19 pm


woooo!! nuko sigue!!! (q mona Dahella ^______^)
PostPosted: Sat Sep 25, 2004 5:52 am


Jou vaya pregunta nuko...d mi tierra xD ^^ o como dice mi fiel profile...de la luna!!MUAHAHAHAH! xd xd xd

The Morphine Blues
Crew


nuko666

PostPosted: Sat Sep 25, 2004 9:17 am


Deliath
woooo!! nuko sigue!!! (q mona Dahella ^______^)
JEJEJEJE Muchas GRACIAS por tu apoyo!!!! ^^ redface
PostPosted: Sat Sep 25, 2004 9:22 am


Morphine
Jou vaya pregunta nuko...d mi tierra xD ^^ o como dice mi fiel profile...de la luna!!MUAHAHAHAH! xd xd xd
jajajajajajjajajaj sweatdrop creo ke no volvere a preguntar ^^ blaugh

nuko666


nuko666

PostPosted: Sat Sep 25, 2004 9:29 am


Bueno Bueno jejejejejejejej me eh animado a seguir posteando la historia aunke sean 1 o 2 los ke la esten leyendo eso me da animos para seguir, GRACIAS!!! Deliath esto va para TI wink

Capitulo. 5

LA SENDA DEL DESTINO

El sol se desperazaba entre bostezos, retrasando el momento de la desaparición sobre las agrestes llanuras de una tierra herida. Las hojas del frondoso bosque donde Ayla permanecía oculta se teñían de reflejos carmesíes, repeliendo los últimos rayos de la luz del día..

Tratando de acallar el jadeo provocado por la huída, se encontraba agazapada entre los matorrales mirando a los ojos de su amada Elsa al tiempo que una sonrisa fugaz aparecía deshaciendo su rictus de preocupación. Hacía no demasiado tiempo habían abandonado la ciudad de Juno, uno de los pocos lugares donde la sociedad de las Hijas de Circe predominaba erradicando así los milenios de un mundo diseñado para los hombres.

Pero ese mismo estilo de vida había sido la causa de que, en ese preciso instante, aquellas dos mujeres estuvieran escondidas entre la maleza. Al fin y al cabo, habían sido las matriarcas las que le habían impuesto el tener que procrear con un varón cuando su corazón ya tenía dueña. Elsa era todas las respuestas a cada una de sus preguntas, Elsa era la chispa de magia que había prendido en su vida y su cuerpo le pertenecía por entero.

La lanza de Ayla yacía adormilada sobre la alta hierba mientras las dos Hijas de Circe espiaban ocultas a dos extrañas figuras que hablaban a la vera de una crepitante fogata que desprendía un olor a ramas secas combustionándose.

Con un brillo de curiosidad en sus ojos, Elsa asomó su cabeza para poder ver más de cerca mientras en el juvenil rostro de Ayla se atisbaba un matiz de preocupación. De un respingo, la muchacha se encogió volviendo a ocultarse tras su curiosidad momentanea. Miró y tras cruzarse la mirada unos instantes, Elsa se recogió su lustrosa melena azabache y susurró:

- Hay un hombre- comentó con desprecio - y junto a él está una pobre chiquilla

Ayla se encogió de hombros sin saber que decir. Sus recortados cabellos se agitaron por un soplo de viento mientras la muchacha abría los ojos de par en par al vislumbrar en lo sonrisa de su compañera la idea que corría por su mente.

- No, Elsa - le dijo rotundamente- ¡recuerda a lo que hemos venido! Tenemos que honrar la memoria de nuestras amigas ¡tenemos que enfrentarnos contra ese maldito orco por el honor de nuestras hermanas!
- ¿Y dejar que esa chiquilla continue en el mundo dominado por los hombres? - replicó elevando el tono - Además…¡será divertido! - ¿Y los ogros?
- Han perdido nuestra pista

Ayla suspiró e intentó ocultar su pequeño enfado. Al fin y al cabo, l idea no parecía tan descabellada si no fuera ¡porque los orcos que las habían descubierto continuaban tras ellas!

Unos metros más allá, Lord Demon permanecía sentado frente al fuego, ocultando con la llama la visión de la pequeña que le había hecho morder el polvo. Soltó un pequeño gruñido casi imperceptible y golpeó el símbolo del renazimiento que permanecía bajo su pesada chaqueta.

El crepitar del fuego daba el compás de la naciente noche y las estrellas tililaban sobre un mundo que trataba de volverse a poner en pie tras el apocalipsis. Demon se levantó de golpe y miró a Dahella fijamente con ira. Trató de gritarla pero de sus labios tan sólo nació un balbuceo incoherente cuando vio a una mujer vestida con pieles y de oscuros cabellos abalanzándose sobre él mientras soltaba un profundo alarido.

Con un gesto rápido, sacó su espada justo a tiempo para detener el ágil ataque. Miró a los ojos de su contrincante mientras comenzaba a realizar una serie de fintas arriba y abajo para intentar desproteger a su rival.

Todo parecía salir tal y como pretendía pues aquella guerrera había dejado un hueco obvio al descubierto, dejando libre su costado izquierdo. Ahora Lord Demon demostraría quien era él.

Ayla sabía que su ardid había tenido éxito gracias al esbozo de sonrisa que se había formado en la cara de su contrincante. Esperó su ataque y cuando la espada casi estaba hundida en su carne, dio un salto hacia la derecha al tiempo que giraba y utilizaba la inercia paa golpear la espalda de Lord Demon con el mango reforzado de acero que tenía la lanza de la Hija de Circe

Desequilibrado, Demon trastabilló quedando al descubierto para una Elsa que permanecía apuntándole con su ballesta, oculta entre la maleza. Disparó un virote pero erró el tiro ya que el hombre había logrado detener su trayectoria de tropezones.

Rápidamente, Demon corrió hacia un árbol cercano a la cueva al tiempo que dedicaba una mirada a los aturdidos ojos de Dahella. La pequeña muchacha había visto como todo sucedía vertiginosamente sin que ella pudiera hacer nada. De pronto, hinchó sus pulmones y gritó con fuerza escupiendo una voz chillona:

- ¡Estaos quietos!

Todo el mundo clavó su atención en la pequeña, aturdidos por una intervención así. Por alguna extraña razón se había sentido obligados a mirarla casi con la boca abierta.

- Dejad las armas - dijo Dahella con inusitada autoridad en una niña - y tú, sal e entre los matorrales.

Elsa salió casi automáticamente de la maleza mientras que se colgaba su ballesta en la espalda. Demon enfundó su espada y dedicó sendas miradas de odio a las Hijas de Circe. Ayla miró a Elsa extrañada para luego volver a fijarse en aquella extraña pequeña mientras se apoyaba en su lanza como si de un bastón se tratara.

La muchacha, desde su estatura indicó a los tres adultos que la rodeaban que se acaercaran a ella. Con una gran sonrisa se acercó a las dos mujeres mientras decía en voz baja:

- Vale que tenga muy mal humor, pero no es razón para atacarle - cuchicheó soltando repetidas risitas
- Pero…¿no estás en peligro? - preguntó Elsa extrañada mientras Dahella agitaba su cabeza en gesto negativo y Ayla le dedicaba una mirada reprochadora.

Lord Demon carraspeó buscando llamar la atención y consiguió que la niña le dedicara una sonrisa. El hombre se sintió incómodo, su ego había sido golpeado repetidas veces en poco tiempo y su honor casi había sido mancillado. No podía permitir que las cosas siguieran así.

Sin embargo, por alguna extraña razón se sentía tranquilo ante Dahella, parecía tener una cualidad innata para tranquilizar las situaciones y eso era cuanto menos inquietante. Las hijas de Circe continuaban hablando con la niña con un tono extrañamente alegre mientras Demon se preguntaba una y otra vez que hacía allí. Suspiró y dio la espalda ignorándolas mientras comenzaba a otear el oscuro horizonte encaramándose en una roca.

A lo lejos le pareció escuchar extrañas pisadas que rápidamente asoció con Orcos. Maldijo en alto varias veces y agitó a Dahella para avisarla del peligro señalándolo con el dedo mientras lo nombraba. Ayla reaccionó casi automáticamente, sus cejas se unieron en expresión de ira y comenzó a gritarle a Elsa:

- ¿Lo ves? ¡¿Lo ves?! ¡¡¡Tenía yo razón!!! - dijo agitando airadamente los brazos.

Elsa agachó la mirada, recibiendo la bronca, y la miro de reojo mientras el rostro de Ayla iba poco a poco volviendo a la normalidad. Elsa se acercó poco a poco y con suavidad besó a su amada en los labios con sencillez. Alargando el instante y olvidando los sorprendidos rostros de sus acompañantes.

- No quiero interrumpir - dijo Lord Demon - pero esos orcos se acercan. Deberíamos desaparecer.

Dahella corroboró la afirmación del guerrero meneando la cabeza y clavando su mirada en lo alto del pico la pequeña montaña que había servido como cueva y refugio las últimas horas. Las Hijas de Circe se separaron y en apenas unos momentos ya estaban encaramadas a lo alto del picacho mientras la muchacha y Demon subían más torpemente, buscando los resquicios más abiertos en la piedra mientras los pasos de aquellos seres parecían a cada momento más y más cercanos.

Las primeras antorchas comenzaban a salir de entre la vegetación. Y los gritos de alerta comenzaban a sucederse uno tras otro. Ahora todos ellos estaban al descubierto ante la amenaza de los Orcos. Era hora de huir. Tras tender la mano a Dahella, Ayla salió corriendo mientras Elsa disparaba una serie de virotes casi sin apuntar cubriendo a Demon que, a duras penas, lograba llegar hasta arriba.

Sin embargo, de poco sirvió pues algunos de aquellos seres ascendieron con velocidad hasta la pequeña cima encarándose casi de inmediato con el Caballero del Renazimiento que, ante aquella amenaza, desenvainó la espada casi al instante mientras la joven hija de Circe buscaba una buena posición para disparar su ballesta.

Mientras tanto Ayla iba dejando poco a poco atrás en su carrera a Dahella. Las cortas piernas de la niña no podían dar las zancadas que le permitían las alargadas y atléticas piernas a la muchacha. Desesperada, vio como su pequeña compañera se iba quedando atrás.

De pronto, se detuvo y agarró a Dahella por la cintura y se la echó sobre le hombro. Su velocidad disminuyó pero, sin duda, así podría poner a salvo a la pequeña que permanecía quejándose por los vaivenes que daba Ayla al correr. En unos minutos, estarían a salvo.

Las espadas de los orcos se desenvainaron en el momento que el caballero se lanzaba contra ellos. Eran nada más que dos, sin embargo, estaban seguros de su victoria. Poco a poco se separaron intentando rodear a su enemigo

Demon sonreía con desprecio mirando fijamente la veduza piel de uno de sus contrincantes. Casi con asco se acercó lanzando una serie de ataques a ambos flancos de uno de sus rivales pero sin descuidar los movimientos del otro.

Pero un certero virote de Elsa atravesó el cuello del segundo haciendo que las preocupaciones del caballero se limitaran únicamente en el rival con el que estaba encarado. El orco, sorprendido por la suerte de su compañero, se sintió extrañamente aturdido y apenas conseguía defenderse de los ataques de Demon.

A la desesperada abrió su guardia y lanzó un ataque casi frontal a la cabeza del caballero. El filo de su espada silbó con fuerza cortando el aire pero cuando el arma se acercaba a su objetivo, el metal del filo del mandoble de Demon se interpuso en su camino.

El caballero tenía que aprovechar su ventaja. Con un puntapié en el estómago, logró alejar a su rival hasta la distancia adecuada y, de un corte seco, cercenó su cabeza en un golpe tras el que descargó su ira hiriendo una y otra vez al Orco sin dejarle caer al suelo.

Demon miró a su alrededor. Buscó a Elsa y la encontró corriendo en la lejanía tras Ayla y Dahella. Echó un vistazo a la salida del bosque durante unos segundos y vio como una masa de seres verdes comenzaba a acercarse peligrosamente. Maldijo una y otra vez en su idioma natal y salió corriendo tras sus improvisadas compañeras con un pensamiento fijo en su mente: "En el honor del santo Mesías Adolf Hitler juro que exterminaré a todos y cada uno de los seres de esa asquerosa raza"

A lo lejos, un hombre de cabellos dorados permanecía con la mirada fija en todo lo que sucedía. Su silueta se recortaba en la luna llena que lentamente iba ascendiendo hacia su zenit. El futuro tal vez dependiera de él pues no podía dejar que la balanza de la confrontación se inclinara hacia el lado de las tinieblas. Tal vez su hermano tuviera a Noddegamra, pero él ya había encontrado a algunos de sus héroes y pronto todos se unirían en Mucarén. Sin que se hubiera dado cuenta, la Senda del Destino iba haciéndose más clara ante sus ojos y la esperanza volvía a ligarse a un futuro incierto en el que la vida podría subsistir.
PostPosted: Sat Sep 25, 2004 4:22 pm


smile muchas gracias, nuko... sigue sigue!!!!! blaugh ^^

Deliath
Crew


Serpentosia
Crew

PostPosted: Sun Sep 26, 2004 5:03 am


jais jais.... k happy la tia blaugh
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