Había una vez, hace mucho tiempo, en un Reino muy lejano

Un rey feliz que estaba enamorado de una tierna princesa y que pensaba formar una familia con ella y sus hijos.

El pueblo que gobernaba era un pueblo de guerra, en constante conflictos, su lugar como Rey siempre era cuestionado y su hermano menor constantemente lo retaba, pero a pesar de esto el rey encontró su felicidad a lado de su princesa.


Un día la princesa enfermo, cayo en un profundo y extraño sueño del cual no podían hacerla despertar vinieron Magos hechiceros y toda clase de expertos para intentar despertarla y uno tras otro fallaron

Los días pasaron y se convirtieron en semanas y la princesa No despertó, el Rey se entristeció, había estado solo tosa su vida y cuando creyó encontrar el amor lo perdió.

Pasaba horas y días enteros a lado de su amada esperando a que se despertara sus hijos y sus amigos comenzaron a preocuparse le pidieron al rey resignación.

El corazón del rey se rompió al aceptar que su princesa se había perdido en un sueño llevo a su princesa durmiente a la bóveda del castillo donde los tesoros del reino estaban ocultos y resguardados y una vez ahí la coloco en una cama de oro, la vio por ultima vez, tomo dos objetos del tesoro real y de su amor se despidió.

Luego de eso hizo un viaje rápido a tierras lejanas, regreso con toda clase de criaturas que nadie jamas había visto antes de todas formas de todos tamaños unos gigantes otros pequeños, todos pensaban que se preparaba para una nueva batalla, nadie sospechaba.

Un día el rey llamo a la guardia, alisto a los ejércitos disperso a sus criaturas llamo a su pueblo y les pidió que regresaran a sus casas, nadie entendía que pasaba pero confiaban en su Rey así que el pueblo obedeció, coloco un soldado en la puerta de cada edificio y habitación.

Levanto las defensas de su castillo y espero cuando las calles estuvieron vacías cuando todos sus tropas estuvieron en su lugar y el silencio invadió al reino el rey bajo a las profundidades del volcán donde estaba asentado su castillo.

Llego a lo mas profundo aun mas de lo que podía soportar llego a una cámara secreta oculta entre las rocas, resguardada por toda clase de trampas una vez dentro en el fondo se sentó saco los dos objetos que desde hace tiempo guardo.

El primer objeto era dorado como de oro, irradiaba de luz la habitación; tres triángulos formando un triangulo mayor.

El segundo objeto era una simple caja sin ningún adorno ni señal que al ser abierta toco una melodía suave y bella. combino el poder de la piedra con la música de la caja y propago la melodía en todo el reino la melodía resonó en cada rincón y eventualmente el que la oía dormido cayo

El rey sumió a su reino en un profundo sueño y en el fondo del volcán en esa cámara secreta el rey sueña, sueña todo el tiempo, buscando entre sus sueños a su amada

Desde entonces cualquiera que pise el reino Koopa esta condenado a dormir y soñar, soñar por siempre como el Rey y su princesa